La prestigiosa consultora internacional Wood Mackenzie, que cuenta con empresas energéticas como clientes en todo el mundo, le otorgó una muy buena perspectiva al mercado de gas de la Argentina y al futuro de la formación Vaca Muerta.
En un reciente informe realizado desde Londres, Inglaterra, Wood Mackenzie destacó que con el potencial exportador, Argentina se posiciona para satisfacer la demanda de gas de Asia.
Al estar en contraestación, la producción de Gas Natural Licuado (GNL o LNG, en inglés) podrá venderse en los períodos de pico de consumo en el Hemisferio Norte, un muy buen panorama para las inversiones a corto y mediano plazo.
La creciente extracción de gas en Argentina y la posibilidad de transportarlo a bajo costo tendrá la posibilidad de encontrar compradores en las empresas de servicios públicos de Asia en pleno invierno boreal.
Sin embargo, no solo los abundantes recursos bajo tierra sino la geografía ayudará a nuestro país.
Para la consultora, las plantas argentinas de licuefacción de gas (que todavía falta construir a un costo cercano a los u$s 4000 millones) tendrán mejores precios para llegar a Asia que la competencia en Estados Unidos -donde también hay ingentes recursos de shale gas- por evitar el paso por el Canal de Panamá y las posibles congestiones.
En ese sentido es que Argentina analiza que en lugar de Bahía Blanca, donde está el puerto local más cercano a los yacimientos de la Cuenca Neuquina, la planta de licuefacción de gas se construya en Chile, para mejorar los costos y llegar más rápido al Océano Pacífico.
China, India y Japón serían los principales compradores, aunque del otro lado del mundo Alemania también espera.
De esta forma, para 2024 Argentina podría exportar 6 millones de toneladas de gas licuado, una cifra que podría crecer hasta los 10 millones en 2030.
Además, por los desarrollos masivos que se lanzarán en las áreas donde predomina el petróleo, el gas asociado que se extrae junto con el crudo representará un 15% de la producción total de gas.
Todo esto desembocará en un break even menor a los u$s 3 por millón de BTU, según Wood Mackenzie, un precio altamente competitivo.
Tras atravesar el Pacífico, llegaría a Japón en torno a los u$s 8 /MMBTU.
Pese a las excelentes perspectivas que otorga la consultora a la Argentina, indicó que la imposibilidad de almacenar el gas convertirá a las exportaciones del fluido en estacionales, sin que se puedan realizar a lo largo de todo el año.
Para combatir esta situación, las petroleras están buscando cómo almacenar el gas en yacimientos depletados y no tener que cortar la inyección durante los meses cálidos, de bajo consumo en el mercado interno.
El analista principal de Wood Mackenzie para América Latina y experto en mercados de gas, Mauro Chávez Rodríguez, sostuvo que la producción de gas de Vaca Muerta “cambió dramáticamente” las perspectivas para Argentina, que tiene la posibilidad de brindar gas barato a sus industrias y construir nuevos gasoductos.
Como ni siquiera las exportaciones de gas a Chile y Brasil servirán para colocar todo el gas que se puede producir en Vaca Muerta, Chávez Rodríguez afirmó que las ventas de gas licuado serán habituales e identificó que las grandes empresas de Asia pueden tener un amplio interés en invertir.
La malaya Petronas, asociada a la petrolera estatal YPF en el campo La Amarga Chica; la china CNOOC, a través de Pan American Energy (en donde tiene participación accionaria) en Aguada Pichana Oeste; y Qatar Petroleum, que recientemente compró parte de los activos de ExxonMobil Argentina, son algunos ejemplos.
“Vemos más oportunidades para los jugadores asiáticos que buscan inversión extranjera, no solo en el segmento upstream sino también en el midstream (infraestructura) como las plantas de procesamiento de gas, las tuberías, la industria petroquímica y las plantas de exportación de GNL”, agregó el analista de Wood Mackenzie.