Largas colas en los grifos, reclamos y preocupación, fueron algunas de las reacciones de los conductores ante la falta de GLP que sufrió la capital y otros puntos del país tras los fuertes oleajes. Pero, ¿qué tanto golpeó a nuestra economía?
El pasado 18 de julio una alerta por parte de Petroperú encendió las alarmas, sobre todo en el sector transporte, ya que se anunció que habría un desabastecimiento de combustible en nuestro país, sobre todo en la capital. Asimismo, la noticia de que el grupo aeronáutico también sufriría estos estragos, preocupó aún más porque existía la posibilidad de que muchos vuelos sean cancelados.
Ante esto, se registró largas colas en las estaciones de gas, ya que era toda una “odisea” adquirir galones de este ustible tan utilizado por los taxistas, choferes de carga pesada y más. Como bien explicaron las autoridades, este desabastecimiento se debió a los fuertes oleajes que se registró en la costa de nuestro litoral, causando el cierre de 40 puertos.
Los gremios empresariales del sector aeronáutico y de turismo se pronunciaron y aseguraron que esta situación puso en grave riesgo la continuidad de la operación de transporte aéreo que permite el traslado de miles de personas y carga a las diferentes ciudades a lo largo y ancho de todo el país y la región.
“En ese contexto, existe una alta posibilidad de que haya un impacto negativo en los itinerarios de vuelos de los operadores aéreos cuya operación programada regular se sujeta, evidentemente, a la continuidad de acceso al combustible para las aeronaves”, indicaron en un comunicado.
¿Qué impacto tuvo el desabastecimiento de combustible en nuestra economía?
Infobae Perú conversó con el docente de la carrera de Administración y Finanzas de la Universidad ESAN, quién brindó su punto de vista ante la problemática que se vivió estos últimos días y que afectó a varios sectores del país.
“Definitivamente, el impacto en la economía ha sido muy fuerte y negativo. Este desabastecimiento que se está presentando de combustible y que aparentemente puede volver afectar en este fin de mes y en el mes de agosto al sector transporte terrestre y aeronáutico, de alguna manera tiene un correlato con la dependencia que tenemos como país de importar combustible y no ser un productor de combustible. El problema real que se ha presentado es que la economía del Perú es informal en casi un 80%. Podemos decir que somos una economía del día a día, entonces cuando el día a día se ajusta, cuando se complica, cuando tiene subidas inesperadas, volatilidad, desabastecimiento, quién se perjudica, son las poblaciones más vulnerables, el ciudadano con ingresos más bajos”, sostuvo.
“Definitivamente, esto ha repercutido en los bolsillos de las personas y en el corto plazo podría afectar más a medida que el problema no se solucione totalmente de una manera sostenida, o sea si la solución es paliativa, lo que va a ocurrir es que en agosto nuevamente se va a presentar el problema y luego va a pasar a septiembre, octubre y así el ciudadano va a estar en ciertos tumbos y la inestabilidad se va a sentir más fuerte y eso va a perjudicar notoriamente”, añadió el especialista.
Pero así como existe el problema, Edmundo Lizarzaburu, expresó que la recomendación en estos casos es “realizar un análisis estadístico, es decir, dónde y cómo podemos mantener stocks de este tipo de combustible en zonas estratégicas para no generar largas colas. Entonces, el consejo es hacer, es un estudio más integral y definir zonas estratégicas, no solamente en Lima, sino a nivel nacional, para que exista la posibilidad de evitar estos desabastecimientos, pero a la vez no solo el desabastecimiento es el tiempo y la hora hombre que la persona se tiene que tomar para recargar”, analizó.
“Hay que tomar acción y esto tiene mucho que ver con la inversión pública o privada, pero la pregunta es ¿estamos en la capacidad de generar esta inversión pública o privada? Ahora hay que tener en claro que en la actualidad estamos en una crisis económica y que sin duda esto seguirá trayendo más problemas para la estabilidad del país”, precisó para nuestro medio.
Antes de concluir, el especialista en finanzas, sostuvo que es necesario buscar oportunidades, ya que no toda la responsabilidad se le tiene que dejar al gobierno, sobre todo al conocer que el 80% del Perú se mantiene bajo una economía informal.
“Hay que ser claros tenemos una economía informal, hay desabastecimiento de combustible, esto impacta en el día a día, entonces nos queda seguir adelante seguir trabajando y buscar la manera de poder encontrar beneficios y tocar las puertas para que a través de acciones e inversiones algunos temas queden cubiertos como en este caso comprar un mejor combustible, tener mejor cobertura para adquirir el combustible sin problemas, anticiparse a potenciales retrasos como los oleajes anómalos que justamente ha sido la causa de este desabastecimiento y buscar las formas para que no vuelva a ocurrir estos problemas a futuro que generan que la economía siga desequilibrándose y trae grandes pérdidas al país”, finalizó.