Escrito por César A. Bedon Rocha
Con ocasión del XXI Congreso Iberoamericano del GLP desarrollado en Colonia del Sacramento (República Oriental del Uruguay), tuve la grata experiencia de reencontrarme con grandes amigos de amplísima experiencia en los mercados de hidrocarburos y que se desenvuelven ahora en la esfera mundial de la Industria del Gas Licuado de Petróleo.
Uno de ellos es Sergio Bandeira De Mello, quien trabajó varios años en Perú teniendo a su cargo la Gerencia General de una importante petrolera. Afectuoso amigo; de permanente sonrisa; portuñol parlante; querendón de nuestras comidas, bebidas y costumbres y muy conocedor del mercado peruano, añoraba junto a su esposa sus choritos a la chalaca con su Inca Kola Diet , mientras era elegido por unanimidad como el nuevo Secretario Técnico de la AIGLP.
Sergio es el representante del Sindicato Nacional de Empresas Distribuidoras de GLP en Brasil (SINDIGAS), que cuenta con importantes asociadas como Amazongás, Fogás, Liquigás, Nacional Gás Butano y SHV. Le tocó desarrollar en el XXI Congreso el tema que titula esta nota a la que el agregó Una Visión Retrasada para un Energético de Gran Potencial y Versatilidad . Posteriormente tuvo la gentileza de alcanzarme también el documento Política Energética Nacional Mercado de GLP Avaliaçao e Propostas que es una contribución de SINDIGAS para la revisión de la política energética en su país. Se presenta una visión bastante clara sobre la realidad del GLP en Brasil con similitud a las experiencias vividas en el Perú y que deseo compartir con ustedes por su relevancia.
El mercado del GLP en Brasil es de 6.5 millones de TM anuales, con una media de consumo anual de 35 Kg por persona (en el Perú el consumo del año 2005 llegó a 660.4 Miles de TM con una media anual de 24 Kg por persona). En Brasil el GLP es reconocido como el servicio público de mayor cobertura, pues llega al 100% de los municipios distritales atendiendo las demandas del 95% de la población en 43 millones de hogares y a más de 150,000 empresas industriales y comerciales en todo el país.
El sector de comercialización del GLP viene pasando por una serie de cambios trascendentales en los últimos años. Se migró de un modelo intervencionista estatal hacia otro de liberalización total y que afecta en forma importante a los agentes comerciales y el consumidor final.
El GLP (gás de cozinha), ha sido el último de los combustibles en pasar a tener precios libres, autorizándose a Petrobrás a aplicar precios cercanos a la paridad de importación recién en enero del 2001. Implementar esta liberalización trajo consigo una casi inmediata alza de precio del cilindro de 13 Kg de R$ 15.00 a R$ 31.00 (el precio actual es de R$ 31.23 u US$ 11.22 por 10 Kgs, superior a los US$ 10.00 con que se comercializó en promedio en Lima en mayo pasado).
Este crecimiento obedeció tanto al fin de la política de subsidios en los precios ex refinería y su consecuente aumento en los impuestos que se aplican en términos porcentuales sobre este precio como a la elevación del precio del barril de petróleo a lo largo del año 2002 y a una mayor disparada de la cotización del Dólar que se acercó a los 4 R$ cerca al período electoral para la presidencia (actualmente se cotiza en 2.2518 R$).
En términos generales se observó que a pesar que el GLP cuenta con una demanda inelástica, si es sensible a variaciones muy bruscas del precio como la ocurrida con la liberalización, bajando la demanda en 7.7% entre los años 2000 y 2004. En este orden de cosas, el GLP perdió participación en la matriz energética bajando de 4.6% el año 2000 a 3.8% el 2004.
Es importante señalar también que, contrariamente a lo que algunos analistas habían previsto, el GLP no perdió mercado frente al Gas Natural en el consumo residencial debido a las características del consumo de las familias brasileras que lo utilizan para cocción de alimentos e higiene personal, en los que el GLP demostró ser más eficiente por su distribución, costo, capacidad de almacenamiento y facilidad de transporte.
En nuestro hermano país el GLP alcanzará su auto abastecimiento el presente año con la entrada en operación de la Unidad de Procesamiento de Gas Natural en Manatí (Bahía), proyecto de 160 millones de US$ de inversión. El nivel de importaciones anteriores era de 43% de la demanda interna el año 1999, reduciéndose al 5% el 2005 y pasando a ser superavitarios el 2006.
Sin embargo, el común de los consumidores y formadores de opinión tienen aún una visión equivocada del GLP, producto de los muchos años de vigencia del subsidio manteniéndose además algunos vicios del sistema de comercialización anterior que impiden alcanzar un mayor desarrollo. Se continúa en la creencia que afecta la Balanza Comercial y que recibe un fuerte subsidio así como que es escaso y que sería desplazado por el Gas Natural.
SINDIGAS recomienda para superar esta visión distorsionada:
- Hacer comprender que el GLP es autosuficiente y que no goza de subsidios o subvenciones.
- Igualmente que la población llegue a tener en cuenta las enormes posibilidades de reducción de emisiones de CO2 y que debería ser incorporado como un complemento al Gas Natural en las políticas ambientales de las grandes urbes pudiendo incluso considerarse la aplicación de subvenciones para estimular su uso como sucede en Japón y diversos países de Europa.
- Así mismo plantean se revise la política de Auxilio Gas que quedó congelada desde su lanzamiento y que se otorga a razón de R$ 7.50 cada dos meses para las familias más pobres. Sin embargo el ámbito de aplicación del programa se ha mantenido reducido a un pequeño grupo de consumidores dejando una gran cantidad fuera de sus alcances y, por lo demás, ha bajado en su importancia pues de haber sido el 50% del precio cuando era subsidiado, equivale ahora apenas a menos del 25% del precio.
- Una revisión de la carga tributaria pues en términos reales (descontada la inflación), los impuestos han subido 266.6% entre 1994 y el 2005. Es lógico que sin una revisión adecuada de la carga tributaria que tenga en cuenta su impacto social, el GLP seguirá desproporcionadamente caro para el consumidor. De esta manera se debe revertir un peligroso retorno a la leña para cocinar con las graves consecuencias que trae para el medio ambiente y los serios problemas de salud por inhalación de gases intra domiciliarios.
- Crear conciencia que la concentración en la distribución es una característica común en todo el mundo que ocasiona economías de escala que se transfieren favorablemente al consumidor final.
- Un fortalecimiento del organismo regulador y su plena autonomía para que vele por el cumplimiento de los reglamentos, aumente la represión de las prácticas negativas ( hediondas ), como son la comercialización pirata (en cilindros ajenos).
- Ajustes en el marco regulatorio y revisión del Reglamento de Comercialización de Combustibles con énfasis en el fortalecimiento de las decisiones colegiadas del regulador, asegurando su independencia, efectividad y capacidad de implementación.
Grandes coincidencias con el Perú en la visión distorsionada de algunos líderes de opinión, en las carencias del organismo regulador, en el olvido gubernamental de su importancia en la matriz energética, en las prácticas parasitarias de competencia desleal utilizando cilindros ajenos y en las recomendaciones dadas son las que se desprenden del análisis de la realidad brasilera, reforzadas ahora que la Comisión de Energía y Minas de nuestro Congreso ha aprobado un Proyecto de Ley de Fondo de reposición de Cilindros de GLP con gruesas fallas y enormes vacíos en su redacción.