La estatal YPFB desechó de manera directa 102.501 garrafas y las otras 2.777 unidades fueron revisadas por una empresa privada, según un informe de la ANH.
Durante 2017 y enero de este año, en el país se dejaron fuera de uso más de 105 mil garrafas de Gas Licuado de Petróleo (GLP), debido al agotamiento de su vida útil o por fallas detectadas durante el proceso de recalificación (revisión).
Según un reporte de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), solicitado por este medio, hay dos formas de sacar de circulación las bombonas: de forma directa, que consiste en la inutilización durante la inspección que se hace en la planta engarrafadora, y la indirecta, que es realizada por talleres o empresas autorizadas para la recalificación del cilindro.
YPFB revisó 102.501 garrafas y las otras 2.777 unidades fueron evaluadas por una empresa privada.
En total 105.278 garrafas se desecharon.
Durante el proceso de recalificación se revisan las válvulas, se comprueba la calidad del cilindro, se repintan y se verifican otros detalles por seguridad.
De acuerdo con la normativa de la ANH, las garrafas inutilizadas son rematadas en calidad de chatarra, para lo cual se lanza una licitación. La vida útil es de 10 años.
La entidad reguladora tiene su oficina de atención al consumidor (Odeco), donde recibe diferentes llamadas por temas de GLP, además de otras.
En su reporte menciona que si bien durante el año pasado no se registró ninguna explosión de garrafa, se atendieron con prioridad al menos 1.173 casos de emergencias por fuga de GLP en diferentes lugares del país.
Mientras que 876 casos se contabilizaron por garrafas en mal estado; en menor cantidad se registraron quejas de garrafas con bajo peso, con poca presión, problemas con el tapón de seguridad e incorrecta manipulación, entre otros.
No obstante, la reguladora aclaró que si bien recibe este tipo de llamadas de los usuarios, en el caso de expendio de comidas en restaurantes, patios de comidas y otros negocios similares, los encargados de dar las licencias de funcionamiento son los gobiernos municipales.
También deben realizar los controles para la venta y seguridad en el manipuleo de las vasijas de GLP, cocinas, y fijar sanciones.
“La ANH, como ente regulador, ofrece campañas de seguridad, donde se enseñan las medidas de seguridad del uso y manipuleo del GLP”, precisó.
Recomendaciones
La ANH recuerda que con el fin de precautelar la seguridad, los usuarios de garrafas de GLP no deben calentar los envases (en la parte trasera) ya sea con vela u otros artefactos (ver gráfica).
Asimismo especifica que al momento de comprar una manguera para conectar la cocina con la garrafa, debe ser de uso exclusivo para esta. También debe procederse con su cambio al menos una vez cada año.
Para detectar una fuga de gas, el usuario debe echar a la manguera agua que esté mezclada con jabón y en el caso de que se forme una burbuja, esto significa que hay un escape de gas. Si ocurre aquello, el ama de casa de inmediato debe cerrar la válvula de presión y ventilar el lugar.
Según los datos de la reguladora, en el país se distribuyen cada día alrededor de 110 mil garrafas de GLP, de las cuales 32.000 se destinan a La Paz; 30.000 a Santa Cruz, 24.000 a Cochabamba y el resto es repartido en los demás departamentos.
El pasado sábado, en la ciudad de Oruro se registró una explosión de una garrafa de GLP usada para cocinar comida en la calle, que dejó como resultado ocho personas fallecidas y unas 50 personas heridas de acuerdo con los balances oficiales.
Fonte: http://www.paginasiete.bo/economia/2018/2/15/meses-garrafas-fueron-desechadas-169960.html