GLP, el combustible alternativo que pocos se plantean
El aumento desbocado del precio de los combustibles está provocando que el consumo sea ya la razón decisiva en la compra de un coche. Esto ha traido un auge de ventas de los coches híbridos y los eléctricos, con menor gasto y más eficientes. Pero hay otro tipo de combustibles alternativos, caso del GLP o el GNC. Hoy nos vamos a centrar en el primero de ellos.
Hemos probado algunos coches de GLP en los últimos años. El más reciente, el Subaru Outback GLP, con el que recorrimos más de 2.000 km para ver su funcionamiento y costes, así como los cambios que esta transformación supone sobre un Subaru Outback convencional. Y es que realizar una conversión a GLP es relativamente fácil en un coche con motor de gasolina, si bien conviene antes saber qué supone:
Qué es el GLP
EL GLP –gas licuado del petróleo– se descubrió a principios del siglo XX, cuando se vio que la gasolina sin refinar se evaporaba muy fácilmente, porque había propano y butano en el combustible. Fue Walter Snelling, en 1911, quien desarrolló un sistema que permitía separar estos gases de la gasolina y licuarlos al aplicarles presión.
Su uso fue residual hasta 1973, con la crisis del petróleo. Hasta entonces, ese residuo, resultante de la extracción y refino del gas natural y del petróleo, se tiraba a la atmósfera o se quemaba.
Y eso que es más económico y más limpio que los coches propulsados por gasolina o por gasoil. Veamos por qué.
¿Por qué es tan barato el GLP?
El GLP es más barato por dos razones. La primera, la cantidad que hay disponible y la menor demanda. La segunda, porque paga impuestos que otros carburantes. Del coste que ves en la gasolinera, (1,07 € sin descuentos en nuestra prueba del Subaru Outback GLP), un 22,7 % son impuestos. La gasolina más del doble, un 47 % y el diésel un 43 %.
¿Durarán esos precios? En 2021 apenas un 1,6 % de las ventas de coches en España fueron con este combustible o GNC (ya hemos hablado de sus diferencias). Mientras que el segundo ha sufrido un aumento de precios salvaje en 2022, duplicando sus precios respecto al año anterior, el precio del GLP se ha mantenido muy estable.
Queda la duda de si las tasas impositivas se mantendrán bajas en los próximos tiempos. El Gobierno garantizó que no las tocaría hasta, al menos 2025.
¿Cómo repostar GLP?
¿Qué pasa cuándo te quedas sin GLP? Pues suena una señal acústica y el coche se mueve exclusivamente con gasolina. Para seguir aprovechando los precios bajos toca entonces repostar. Más de 600 estaciones de servicio en España surten este biocombustible. Para encontrarlas hay aplicaciones móviles que indican dónde están, pero usando el buscador de Google Maps también puedes encontrarlas.
Tranquilo, es un proceso fácil y seguro, incluso yo soy capaz de hacerlo solo y grabarme mientras lo hago. Si no, en la estación de servicio siempre están dispuestos a echarte una mano.
Primero que abrir la tapa del depósito. El Subaru Outback GLP ya cuanta con la boquilla adaptadora. Es ahí donde hay que colocar la manguera, fijándola con el gatillo naranja. Luego viene la parte más aburrida. Tienes que pulsar durante todo el proceso de repostaje un botón verde con forma de seta en el lateral del surtidor. El sistema se para automáticamente cuando se alcanza la presión de llenado. En menos de tres minutos, cargas por completo.
Cuando finalizas has de retirar la manguera. No te asustes si sale algo de gas, es el remanente que queda en la boquilla y produce algo de retroceso. Cierras la tapa y listo.
¿Es ecológico el GLP?
Además del precio, la ventaja del GLP es que el coche gana la etiqueta ECO de la DGT. Con ella, todas las ventajas en pago de impuestos, descuentos en aparcamientos regulados o acceso al centro de la ciudad en restricciones al tráfico en episodios de alta contaminación.
¿Pero es realmente ecológico? El GLP tiene un octanaje muy alto, de unos 110 octanos. Gracias a ello emite un 22 % menos de CO2 que la gasolina. Pero donde realemente sobresale es en gases peligrosos para la salud. Emite un 96 % menos óxidos de nitrógeno (Nox) que el diésel y un 68 % menos que la gasolina. Y hasta un 99% menos partículas que un diésel, porque al usarlo se quema completamente. Y al estar libre de partículas alarga la vida útil del motor, algo que también es ecológico.