El exministro de Hidrocarburos y socio director de Gas Energy Latin America, Álvaro Ríos, advirtió que Bolivia necesita el próximo año $us 3.800 millones para importar diésel y gasolina, además de gas licuado de petróleo (GLP). Y se preguntó de dónde saldrán esos recursos si hay escasez de dólares.

“El próximo año necesitamos $us 3.800 millones para importar diésel, gasolina y GLP, vengan del sector privado o vengan del sector público; este es el problema real. ¿De dónde vamos a sacar el próximo año $us 3.800 millones (…) y de dónde vamos a sacar $us 5.500 millones de dólares para el 2030, porque ese año estaremos importando gas natural?, se preguntó Álvaro Ríos, entrevistado el viernes en la noche por la Red Uno.

El exministro de Hidrocarburos aseguró que el tema de la divisa extranjera es crucial para importar el combustible y aseguró que, al fijar la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) los precios referenciales en dólares, solo podrán comprarlo las personas que tengan la divisa extranjera.

“Algunos agropecuarios, algunas empresas mineras, tendrán esos dólares disponibles (…) para pagar los precios, porque los precios son en dólares. No hay otra alternativa que pagar en dólares por el momento. El que no tenga acceso a dólares no va a poder comprar esa energía”, sostuvo el exministro.

En este sentido, Ríos explicó que la importación de combustible sumará la presión que tiene el precio del dólar en el mercado paralelo.

“Los dólares en el mercado paralelo, los dólares a los que tienen acceso el empresario son limitados. Conocemos que no hay muchos medicamentos, que no hay muchos alimentos, que no hay repuestos por falta de dólares (…) entonces o importamos energía o importamos medicamentos. Esa es la dicotomía que tiene el sector privado. Sin energía no funcionamos y sin medicamentos no nos curamos”, afirmó el experto en Hidrocarburos.

MILLONARIO GASTO

La Razón publicó el 15 de septiembre que, entre 2014 y 2023, Bolivia importó combustibles (diésel y gasolina) por un monto de $us 14.347 millones para satisfacer la demanda interna. El incremento de las compras se debe a una menor producción de petróleo y condensado en el país.

Así, los volúmenes importados subieron de 8 millones de barriles en 2014 a 18,2 millones en 2023, lo que representa un incremento de 127,5%, según los datos procesados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ministerio de Hidrocarburos y Energías.

En cuanto al valor de las compras durante este período, las mismas pasaron de $us 1.110 millones —cuando el barril se cotizaba en promedio a $us 94,3, uno de los precios más altos registrados hasta la fecha— a $us 2.881 millones —$us 77,6 el barril, cotización promedio anual—.

En total, en una década, las importaciones de diésel y gasolina alcanzaron un monto de $us 14.347 millones. Haciendo un análisis por año, en 2022 se marcó un récord histórico con compras por un valor de $us 2.999 millones.

Este incremento en el ingreso de carburantes fósiles para el mercado interno es consecuencia de una menor producción de petróleo crudo y condensado en el país.

Según datos de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la producción empezó a declinar desde 2015. Ese año se produjeron 17,9 millones de barriles de petróleo y condensado. Y para 2023 esos volúmenes habían caído hasta los 8,6 millones de barriles.

Fuente: La Razón