Lo afirmó a FM de las Misiones Pedro Cascales, presidente de la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (CEGLA) quien indicó que las provincias del NEA son las más afectadas porque el faltante de gasoil hace que tengan problemas de abastecimiento de gas.
Pedro Cascales, presidente de la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (CEGLA) afirmó a FM 89.3 Santa María de las Misiones que la situación es bastante incierta y muy tensa porque el faltante de gas se siente en 19 provincias.
“Lamentablemente el 60% ,70% del gas licuado de petróleo que va al norte de Argentina parte de Bahía Blanca. Para llegar a Misiones son 1.673 kilómetros de ida y 1.673 de vuelta y la verdad que está faltando gasoil, no se consigue gasoil, lo poco que se consigue se consigue a sobreprecio de 230 pesos el litro o más por lo cual si esto no se normaliza rápido sí hay una situación preocupante“.
El también integrante de la Comisión Directiva de CAME recordó que hace un mes y medio la Subsecretaria de Hidrocarburos les había dicho que el faltante de gasoil que había en ese momento se debía a un problema puntual por la guerra entre Rusia y Ucrania y por un tema de faltante de camiones que hagan la logística de gasoil para las centrales eléctricas que funcionan con combustibles duales y que eso se iba a normalizar, pero evidentemente la realidad demuestra que ese problema está lejos de resolverse.
El NEA, la zona más complicada
Formosa, Corrientes, Chaco y Misiones son las provincias más afectadas porque son las que están a mayor distancia de los centros donde se produce el gas licuado en Argentina. El NEA se ve afectado por la distancia y también porque esas provincias dependen casi exclusivamente del gas licuado de petróleo, indicó.
El faltante de gasoil afecta la logística de distribución de gas y a la escasez hay que sumar que el gasoil que se consigue se consigue a sobreprecio.
“El problema es que el gasoil que se consigue, se consigue a un razón de $230 el litro o más dependiendo la zona y el otro problema es que estamos con un precio que es un precio fijo. Nosotros para transportar el gas desde estos centros de producción en Bahía Blanca-o en el mejor de los casos en las refinerías que están en la zona de Buenos Aires o Rosario- hasta el norte tenemos el equivalente aproximado de $130 por garrafa, ese transporte solo ya absorbe o más los $130 , no cubren los costos directamente hoy tampoco la logística dado que tenemos un precio fijado por la Secretaría de Energía” expresó.
Cascales expresó que el tiempo durante el cual podrán seguir “aguantando”, haciendo frente a esta compleja situación dependerá de tres factores: el frío que hace que la gente consuma más, que el gasoil se reabastezca en todo el país y un tercer factor que es el stock que tenga cada fraccionador en los tanques de almacenaje de GLP en las distintas provincias.
En esa ecuación de esas tres cosas es donde gira cuántos días se puede aguantar si la situación del gasoil no se regulariza. Es decir, GLP no falta ; lo que está faltando es el gasoil para transportarlo”.
Metano, el gas que está faltando
En otro tramo de la entrevista, el presidente de la CEGLA explicó que el gas que viene importado químicamente se llama metano, el gas que va en las garrafas es el butano y en los cilindros y tanques se llama propano. A estos dos últimos se los denomina comúnmente GLP o gas licuado de petróleo.
Sostuvo que el GLP no falta ni faltará en Argentina ya q ue nuestro país produce dos millones y medio de toneladas consumimos un millón y medio. El gas que falta es el gas que viene en los barcos que es el metano, el gas de gasoducto. Ése es el gas que está faltando y que probablemente vaya a faltar al menos que Argentina compre la cantidad de barcos necesarios pero eso implicaría una ” sangría” de dólares importante.
Esta falta de gas metano podría provocar que las industrias sufran cortes, volviendo más complicada la situación para ese sector. No obstante indicó que,en caso de que siga el problema de abastecimiento de gasoil y se siga viendo perjudicado el transporte del GLP, podría también afectar el stock de garrafas y por ende faltar el gas en los hogares.