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Las restricciones en el Canal de Panamá aplicadas desde el 30 octubre y que continuarán en forma progresiva hasta febrero de 2024, como consecuencia de la sequía, amenazan con encarecer los tránsitos de los proveedores principalmente estadounidenses de GNL y GLP. De hecho, a partir de diciembre, los portacontenedores tendrán prioridad sobre los buques tanques a la hora de reservar el tránsito por la vía interoceánica, vital para el flujo de estos suministros desde EE.UU., a naciones asiáticas.
Desde entonces, en el caso del Gas Natural Licuado (GNL), la prima del gas proveniente de Asia con destino a Europa se ha más que duplicado para el verano septentrional de 2024, mientras que el diferencial para el invierno septentrional de 2024 también se ha disparado. Además, el número de espacios disponibles para los metaneros se reducirá a la mitad a partir de enero, reporta Bloomberg.
Ante esto, los traders del sector se verán ahora obligados a evitar el paso por Panamá y enviar los cargamentos con destino a Asia desde EE.UU. y Trinidad y Tobago a través del Cabo de Buena Esperanza o el Canal de Suez, lo que aumentará el tiempo y los costos de estas exportaciones.
«El margen para el GNL estadounidense hacia el Pacífico seguirá reduciéndose, dados los días de viaje más largos y el mayor costo del transporte», afirmó Xi Nan, responsable de investigación sobre GNL de Rystad Energy. «El precio spot del este de Asia tendrá que ofrecer una prima para atraer los suministros estadounidenses a Asia en lugar de a Europa», añadió.
GLP también siente el impacto
La noticia también ha sacudido los mercados de Gas Licuado de Petróleo (GLP) del Asia-Pacífico, que depende en gran medida de las importaciones desde el Golfo de EE.UU. a través del Canal de Panamá. Japón, China y Corea del Sur son los mayores importadores de GLP de EE.UU., con un 64%, 41% y 89%, respectivamente, de su consumo total procedente de EE.UU. en los primeros 10 meses de este año, reporta Argus.
Las entregas previstas a Japón y Corea del Sur en la segunda quincena de diciembre se han visto interrumpidas, ya que los fletadores de buques están desviando los VLGC del canal hacia viajes mucho más largos hacia el este a través del Canal de Suez y alrededor del Cabo de Buena Esperanza, misma medida que están aplicando los tanqueros GNL, según muestran los datos de Bloomberg NEF.
Esta decisión en sí es costosa, ya que añade entre 14 y 16 días a un viaje que normalmente dura unos 30 días desde Houston a Japón cuando se navega por el Canal de Panamá. En lo que va de mes, sólo una cuarta parte de todos los envíos estadounidenses de GLP están programados para pasar por el Canal, en comparación con la mitad en los últimos siete años, según muestran los datos de Argus.
Además, el número de envíos de VLGC cargados con GLP desde EE.UU. al Asia- Pacífico que han sido desviados del Canal de Panamá ha aumentado desde agosto, cuando los retrasos alcanzaron niveles récord en las esclusas Neopanamax. Sólo el último anuncio de la ACP ha llevado a que al menos 10 VLGC naveguen hacia Oriente desde la costa del Golfo de EE.UU. optando por el Canal de Suez, y ocho naves que apuntan a puertos en Asia, están tomando la ruta por el Cabo de Buena Esperanza. Ambas rutas cuestan más de 100 USD/t más que los tránsitos regulares a través del Canal de Panamá.
Es probable que los compradores regionales que utilizan las tarifas de contratos de Aramco, para concretar sus importaciones, encuentren nuevas formas de fijar los precios de los suministros estadounidenses disponibles en caso de que el Canal de Suez y el Cabo de Buena Esperanza se conviertan en las principales rutas de suministro.
Mientras tanto, las tarifas de los VLGC han ido subiendo poco a poco para acercarse a los niveles récord que alcanzaron en septiembre, en gran parte como resultado de la congestión del Canal de Panamá.
Fuente: Mundo Marítimo