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Mientras Estados Unidos conmemora el Mes Nacional de la Preparación, el Consejo de Educación e Investigación sobre el Propano (PERC) llama la atención sobre el papel del propano en la preparación frente a desastres y en el suministro de energía de respaldo. Ante las crecientes preocupaciones sobre la confiabilidad de la red en todo el país, el propano se presenta como una solución inmediata y disponible para hogares, empresas e infraestructura crítica.

La importancia de la preparación frente a desastres fue destacada por el Departamento de Energía de EE. UU. (DOE) en su informe sobre la evaluación de la confiabilidad y la seguridad de la red eléctrica estadounidense, ya que el riesgo de apagones prolongados se ha convertido en una de las principales preocupaciones en todo el país. El informe concluyó que la creciente demanda energética, sumada a la actual infraestructura de generación, podría dejar a algunas regiones enfrentando más de 800 horas de apagones anuales para 2030. Entre estas regiones se incluyen Texas, California y partes del Medio Oeste, donde la infraestructura envejecida y la creciente demanda generan una mayor vulnerabilidad.

“El informe del DOE es claro: la red eléctrica está bajo presión y las comunidades necesitan hoy soluciones confiables de respaldo”, afirma Michael Newland, director de desarrollo de negocios agrícolas de PERC. “El primer paso para enfrentar esta preocupación es diversificar nuestras fuentes de energía e incorporar el propano en la conversación.”

El propano ha demostrado repetidamente su papel en la recuperación tras desastres. En Puerto Rico, después de que el huracán María devastara la isla en 2017, los generadores a propano mantuvieron abierto el único hospital en funcionamiento. En Estados Unidos, el propano continúa apoyando la respuesta a incendios forestales, la recuperación tras huracanes y las fallas de la red durante olas de calor extremo.

En emergencias, la consistencia es fundamental, y muchos servicios esenciales dependen de fuentes de energía tan confiables como accesibles. Hospitales, equipos de primeros auxilios, albergues de emergencia e incluso unidades médicas móviles confían en sistemas de respaldo seguros para mantener sus operaciones cuando la electricidad falla. Desde proveer calefacción y agua caliente hasta preservar medicamentos y alimentar equipos que salvan vidas, el propano cumple un papel esencial para ayudar a estas organizaciones a proteger vidas y servir a las comunidades, especialmente en zonas rurales o propensas a tormentas.

Según el PERC, el propano también es una alternativa más limpia frente a otros combustibles de respaldo. En comparación con el diésel, emite menos gases de efecto invernadero, óxidos de nitrógeno y material particulado. Esto hace que el propano sea aún más crítico en condiciones posteriores a un desastre, cuando la calidad del aire ya puede estar comprometida.

Fuente: LPGas Magazine