Propiedades del GLP
Los Gases Líquidos de Petróleo son compuestos orgánicos llamados hidrocarburos, constituidos de carbón e hidrógeno, que se producen durante el procesamiento del petróleo o del gas natural. Los principales hidrocarburos que forman parte de la composición del GLP son: butano, propano, isobutano, propeno y buteno.
Entre todos los combustibles comúnmente empleados el GLP es el único que, bajo presiones moderadas y temperaturas normales puede transportarse y almacenarse en forma líquida. Existen tres factores que determinan el estado líquido o gaseoso del GLP: presión, temperatura y volumen.
El GLP puede obtenerse de las fracciones superiores de la destilación fraccionada del petróleo (con un rendimiento estimado entre 1% y 3% del barril), en los pozos de petróleo y gas natural donde aparece en pequeñas proporciones (10% a 15%) siendo relativamente simple separarlo y purificarlo de impurezas.
Básicamente, la refinación de petróleo consiste en un conjunto de procesos físicos y químicos cuyo objetivo es transformar esa materia prima en derivados.
La primera etapa del proceso de refinación es la destilación atmosférica, que consiste en el fraccionamiento de petróleo crudo. Este proceso se realiza de manera bastante similar en toda y cualquier refinería. Los principales derivados de este fraccionamiento son: el gas de refinería, GLP, nafta, gasolina, kerosene, diésel, gasoil y deshechos atmosféricos.
Otro proceso del cual se obtiene el GLP ocurre en las unidades de procesamiento de gas natural, donde las fracciones más pesadas de la mezcla proveniente de los pozos se separan de la corriente principal, produciendo GLP y un derivado en la banda de la gasolina.
Esto ocurre porque el gas natural, extraído de los reservorios petrolíferos o gasíferos, contiene gases húmedos, secos, residuales y gases raros (gases nobles). Al procesar el gas natural húmedo en las UPGN (Unidades de Procesamiento de Gas Natural), se obtienen los siguientes productos:
(i) el gas seco (conocido también como gas residual), que contiene principalmente metano (C1) y etano (C2);
(ii) el líquido del gas natural (LGN), que contiene propano (C3) y butano (C4) (que forman el gas líquido de petróleo – GAS LP) y la gasolina natural (C5+)
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Los hidrocarburos que no se eliminaron durante el proceso, como los etanos, etilenos, butenos, n-pentanos, isopentanos, pentenos, hexanos y metilacetilenos.
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Compuestos de azufre, primordialmente H2S (ácido sulfhídrico) que se introducen en la etapa final de los procesos de hidrogenación. La gran mayoría de estos compuestos se elimina mediante el lavado con cáustica y aminas, pero siempre pueden permanecer algunos rastros.
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Los mercaptanos (R-SH) que aparecen en series livianas, como el etil y el metil mercaptano, que no se eliminan completamente con el lavado cáustico. Se emplean para odorizar el propio GLP con el propósito de agregar olor y permitir su detección si se produce una fuga. El THT (tetrahidrotioleno) también puede utilizarse en la odorización del GLP.
Durante el proceso de trasvase y transporte de GLP, el Gas circula por válvulas, bombas y compresores que pueden lubrificarse y dejar trazos de aceite en el producto. Un contaminante frecuente es el agua encontrada en los pozos junto al Gas natural o al petróleo, que debe eliminarse con el proceso de secado.
Se introduce agua en la fase del lavado cáustico y, si el GLP está almacenado a baja temperatura, el agua puede condensarse. La cantidad de agua disuelta en el GLP depende de la composición, temperatura y fases líquida o vapor en que se encuentra. En cualquiera de las fases, la solubilidad aumenta con la temperatura, pero es mayor en el propano que en el butano.
Además de los contaminantes ya mencionados, pueden aparecer otros en cantidades muy inferiores. Entre ellos podemos destacar el amoníaco que se usa en la refinería como agente para controlar la corrosión pero que, si no se lo elimina en una concentración inferior a 3 ppm (partes por millón), provoca corrosión en el cobre o zinc.
El GLP no es un Gas tóxico y su combustión suele ser bastante completa, o sea, genera CO2 y H2O. Cuando la combustión no se realiza correctamente puede producirse una pequeña cantidad de monóxido de carbono (CO), un producto tóxico que puede afectar la absorción del oxígeno en los pulmones. Además, también es muy rara o histórica la contaminación por CO proveniente de una quema ineficiente de GLP.
La historia del GLP comienza entre 1900 y 1910 en los Estados Unidos, cuando se verificó que la gasolina natural no refinada tendía fuertemente a evaporarse debido a la presencia de hidrocarburos livianos.
El Federal Bureau of Mines en los Estados Unidos consiguió identificar y aislar los hidrocarburos presentes en la gasolina. Después de realizar las primeras pruebas laboratoriales buscando encontrar la destilación inicial de estos gases, la empresa estadounidense Gasolina Co. montó su primera producción industrial en 1912, en Pensilvania.
A fines de los años 30, existían varias empresas operando en este negocio y las innovaciones tecnológicas comenzaron con los primeros vagones para transporte ferroviario y las primeras plantas de llenado.