Hoy el mundo funciona con una matriz de energía primaria que todavía depende en un 82% de los combustibles fósiles, de los cuales 31% lo aporta el petróleo y 24% el gas natural, afirma Carlos Garibaldi, secretario ejecutivo de la Asociación de Empresas de Petróleo, Gas y Energía Renovable de América Latina y el Caribe (Arpel).
Está en seria duda que alcancemos la meta de “cero emisiones netas” para 2050, porque no se está invirtiendo en las energías renovables no convencionales al ritmo necesario para alcanzar los objetivos climáticos», afirma Carlos Garibaldi, secretario ejecutivo de la Arpel, en una entrevista concedida para este medio, en donde hablamos de la región, de sus deficiencias y sus potencialidades y, sobre todo, de los hidrocarburos. Además, añade Garibaldi, esa meta ya parece más una brújula que un destino alcanzable en tiempo y en forma. El debate sigue en pie. Los países que más emisiones emiten dan mensajes confusos: con una mano financian renovables y con la otra sellan más acuerdos por petróleo y gas. Solo hay una verdad impopular pero irrefutable: los combustibles fósiles seguirán siendo utilizados y acaso para otros fines. «La Edad de Piedra no terminó porque se acabaron o se cancelaron culturalmente las piedras», sostiene Garibaldi, para quien no hay una receta universal para la transición energética, ni siquiera una regional, porque somos una región muy heterogénea. Por eso hablamos de transiciones, en plural. Es en Cartagena de Indias, Colombia, en donde este año se reunirán los más importantes representantes de los hidrocarburos y la energía en Latinoamérica y el Caribe. Se trata de la Semana Arpel-Naturgas 2024, del 8 al 12 de abril. Durante cinco días expertos internacionales en temas energéticos, altos ejecutivos de las principales empresas de petróleo y gas de la región, autoridades gubernamentales de distintos países de América Latina, académicos y profesionales del sector intercambiarán datos y pareceres. La Semana Arpel-Naturgas 2024 será también un excelente espacio para establecer nuevas relaciones comerciales y fortalecer las existentes.
Si revisamos el histórico de la cotización del crudo de la OPEP desde 2003, alcanzó su precio máximo, US$ 140 $, en el 3 de julio de 2008 y su precio mínimo, US$ 12, el 22 de abril de 2020. Hoy el precio del barril de crudo, Brent y WTI, está por encima de los US$ 80. ¿A qué razones obedece este buen precio del petróleo en un contexto de transición energética?
El precio de un commodity crucial como el petróleo desde siempre ha mostrado mucha volatilidad frente a desbalances relativamente pequeños entre oferta y demanda, frente a disrupciones económicas, o por las ansiedades sobre seguridad energética que crean las disrupciones geopolíticas. Lo curioso es que, si uno reconstruye la historia de los precios de crudo y la ajusta a precios reales de hoy, más allá de la volatilidad, el promedio ha estado alrededor de los US$ 60 actuales por barril.
En este momento particular, compiten por el punto de equilibrio dos fuerzas opuestas: 1) la presión para descarbonizar la matriz energética mundial para reducir emisiones y cumplir así con los objetivos climáticos, y 2) el crecimiento simultáneo de la demanda energética global (el producto compuesto del crecimiento demográfico con el económico). Las energías renovables si bien crecen espectacularmente, no lo hacen al ritmo necesario para reemplazar a los hidrocarburos en su proporción actual y cubrir el incremento proyectado de la demanda energética. Las disrupciones geopolíticas…
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Fuente: Energiminas