Imagen: O Globo – Economia
Se esperaba que fuera un dolor de cabeza temporal, pero se está convirtiendo en una migraña crónica. El Canal de Panamá, por donde transitan productos valorados en 270 mil millones de dólares anuales, se encuentra inmerso en una histórica crisis hídrica que ha obligado a limitar el número de buques que lo cruzan diariamente. Según diversos medios de comunicación panameños, la Autoridad del Canal ha avanzado que las pérdidas de ingresos en 2024 debido a la crisis oscilarán entre 500 y 700 millones de dólares (entre 462 y 648 millones de euros). Sin embargo, las proyecciones sobre los niveles de agua continúan disminuyendo.
El problema se mide en pies. El Lago Gatún, un cuerpo de agua artificial en la Ciudad de Panamá que alimenta al Canal, ha pasado de un nivel de agua de 88.8 pies a finales de 2022 a solo 81.5 actualmente. Esto es insuficiente para el cruce de 38 buques al día, capacidad normalmente observada. La Autoridad del Canal solo está permitiendo el paso de 20 buques y podría reducir el máximo a 18 en las próximas semanas. Y las proyecciones sobre el nivel del agua en Gatún sugieren que en marzo el nivel del agua caerá aún más.
Las restricciones han causado cuellos de botella, retrasos, aumentos en los costos de transporte e incertidumbre sobre el futuro del Canal, que este año cumple 110 años desde su apertura. «Estamos a merced de la Madre Naturaleza», dice Lori Ann LaRocco, autora del libro Trade War Containers Don’t Lie: Navigating the Bluster. «Cada día que no llueve lo suficiente solo muestra la gravedad de la situación en el futuro. La única manera de cambiar eso es si llueve lo suficiente. Y eso, por ahora, no está sucediendo», agrega LaRocco, quien también es periodista especializada en cadenas de suministro de la cadena de televisión estadounidense CNBC.
En un estudio publicado en la revista Nature el 11 de enero, un grupo de científicos advierte que el planeta experimentará condiciones de sequía más extremas como la que vive Panamá como consecuencia del fenómeno de El Niño, un evento climático relacionado con el calentamiento global, en el que el Océano Pacífico experimenta períodos de sequía extrema o lluvias extremas. En un escenario conservador, se espera que estos patrones afecten aproximadamente a 3 mil millones de personas en el planeta. Pero en un escenario más fatalista, podría haber hasta 5 mil millones de personas (66% de la población mundial) para finales de siglo.
El impacto inflacionario de la situación en Panamá ya se ha sentido por los consumidores desde mediados del año pasado. El 40% del tráfico de contenedores de mercancías con destino a EE. UU. cruza por el Canal, que se utiliza como alternativa a la red de carreteras y líneas ferroviarias que conectan las dos costas del país, lo que ha provocado un aumento en el precio final de las mercancías. El transporte de cada contenedor cuesta a las empresas de transporte alrededor de US$ 8,000, según LaRocco, y cada retraso representa una presión adicional sobre el precio de las mercancías. Las empresas ya están buscando alternativas. «Todavía no hemos visto un tsunami de contenedores saliendo del puerto de Nueva York con destino a Los Ángeles, todavía no hemos llegado a eso. Pero cuanto más tiempo se tarde en resolver la crisis hídrica del Canal, más se comenzará a percibir ese efecto», advierte el experto.
A pesar de la inversión realizada hace algunos años, que costó cerca de 5 mil millones de dólares, para ampliar el Canal y permitir la entrada de buques de mayor tamaño, ha sido el componente climático el que ha sorprendido a las autoridades. «Como alternativas reales y viables se encuentran la optimización del sistema ferroviario y de carreteras de Estados Unidos, así como la construcción en México del Corredor Interoceánico en el Istmo de Tehuantepec», afirma Roberto Durán, profesor e investigador de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey (TEC) en México.
Cambio climático
Además, el cambio climático está abriendo una nueva ruta: el derretimiento del hielo causado por el calentamiento global en el norte de Canadá está creando una nueva vía navegable natural que podría conectar Asia con Europa, pasando por América del Norte. «A medida que crece el comercio global, significa que necesitamos más capacidad. Y si el Canal de Panamá, lejos de poder ampliar esa capacidad, está limitado, entonces tenemos un problema», afirma Durán.
Como si el comercio mundial ya no tuviera suficientes puntos débiles, ahora se ha agregado uno más. La respuesta militar de Estados Unidos y el Reino Unido contra objetivos en Yemen vinculados a las milicias Houthi ha ampliado el conflicto en el Medio Oriente.
Los houthis, en represalia, atacaron buques comerciales que transitaban por el Mar Rojo el 18 de enero, que está conectado al Mediterráneo a través del Canal de Suez. Este es otro canal a través del cual pasa el tráfico de mercancías pesadas como parte del comercio global.
«Muchas compañías navieras han comenzado a optar por el Canal de Suez para llegar a Estados Unidos por la costa este y evitar cualquier tipo de retraso o tarifa relacionada con el cruce del Canal de Panamá», explica LaRocco, «ahora que tenemos el ataque al Mar Rojo, esto también está causando retrasos y costos adicionales».