Los combustibles más consumidos en el país entre 2008 y 2017 son gas licuado de petróleo (GLP), gasoil regular, gasolina premium y el fuel oil de carga, los cuales llegan a través de 36 importadores autorizados de hidrocarburos, más la Refinería Dominicana de Petróleo.
El dato lo arrojan las estadísticas de la Dirección de Hidrocarburos del Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM) recogidas en el reportaje “La realidad del mercado de combustibles en República Dominicana”, que publica la edición 33 del Boletín MICM.
Las importaciones de GLP han aumentado en forma sostenida en los últimos 10 años, al pasar de 9,891,487 barriles en 2008, a 11, 361,930 de barriles durante 2017.
El gasoil regular, pese a que ha disminuido el volumen de consumo, se mantiene en segundo lugar con la importación de 5, 220,311 barriles en 2017, poco más de un millón de barriles menos que en 2008, cuando se importaron 6, 886,531 de barriles.
La importación de gasolina premium subió en forma vertiginosa al pasar de 1,475,276 barriles en 2008, a 4,079,378 de barriles en 2017, seguido en sentido inverso por la gasolina regular, que en 2008 demandó la importación de 4,653,888 de barriles, pero cayó a solo 4,004,541 barriles en 2017.
En el caso del fuel oil para carga, creció de forma exponencial al pasar de solo 370,648 barriles importados en 2008, a 2, 770,526 que se trajeron al país en 2017.
Las importaciones de todos los combustibles han registrado un aumento sostenido en los últimos 10 años, según la publicación.
“Del 100% de la demanda nacional de combustibles, el 74% corresponde a la Refinería Dominicana de Petróleo, y del 100% de las importaciones de combustibles el 28% es refinado, y el 72% es importado”, explica Ramón Cruz Placencia, director de Hidrocarburos del MICM.
PLASENCIA, DIRECTOR DE HIDROCARBUROS, EXPLICA
PRECIOS SEMANALES: Sobre la forma de fijar los precios semanales, Placencia señala que “debe permanecer en un período semanal”, como lo establece el Decreto 625-11 del 4 de octubre de 2011, pues si se fija un período de modificación mensual o trimestral, el negocio se tornaría “tan riesgoso que muy pocas empresas se aventurarían a invertir” en él.