La propuesta de la ANP para flexibilizar la venta de cilindros de gas preocupa a la población y a los especialistas. La seguridad del GLP está en riesgo.
La propuesta de modificar el modelo de distribución del gas LP en Brasil enciende alertas sobre seguridad, fraudes y el dominio del crimen organizado.
La Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP) quiere permitir que los cilindros de gas sean vendidos por más agentes, además de las distribuidoras tradicionales, e incluso de forma fraccionada, lo que representa un cambio significativo respecto a la legislación actual que exige un llenado mínimo de 13 kg de GLP.
“La medida puede poner en riesgo la seguridad de miles de hogares en el país”, advierte Sergio Bandeira de Mello, presidente de Sindigás. El temor es que la flexibilización abra espacio a irregularidades y aumente los riesgos de accidentes domésticos con cilindros de gas.
Brasil: Uno de los mayores mercados de gas de cocina del mundo
En 2024, el país utilizó más de 400 millones de cilindros de gas, lo que corresponde a 7,6 millones de toneladas de GLP, abasteciendo al 91% de las familias brasileñas. Estas cifras colocan a Brasil como el séptimo mayor mercado mundial de gas de cocina para residencias y el 11º en consumo global.
El modelo actual, según la ANP, garantiza rastreabilidad y seguridad: cada cilindro de gas es recertificado, recibe asistencia técnica y lleva la marca de la distribuidora grabada en relieve.
“Cada distribuidora solo puede comercializar su propia marca, lo que facilita la fiscalización y evita adulteraciones”, explica la agencia.
Flexibilización: ¿Cuál es el peligro?
La nueva propuesta de la ANP permite que las distribuidoras vendan cilindros de gas de cualquier marca, lo que preocupa a los especialistas.
Se estima que más de 80 millones de cilindros en circulación son antiguos, fabricados antes de 2005, sin número de serie ni rastreabilidad.
Además, la venta fraccionada del gas de cocina podría facilitar fraudes, adulteraciones e incluso la actuación del crimen organizado, según Sindigás.
“La confianza del consumidor en la marca y en la calidad del cilindro de gas es esencial para la seguridad doméstica”, refuerza Bandeira de Mello.
La opinión de la población
Una encuesta del Instituto Locomotiva, realizada con 1.500 personas en todo el país entre el 5 y el 9 de junio, reveló que el 94% de los brasileños está en contra de la flexibilización del gas de cocina, priorizando la seguridad por encima del precio.
Según el estudio:
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El 97% cree que la marca garantiza calidad;
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El 93% ve riesgo de adulteración en el fraccionamiento;
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El 83% defiende que las reglas actuales no deben cambiar.
El estudio evidencia que la población teme comprar cilindros de gas sin un estándar de peso o procedencia confiable, lo que resalta la importancia de mantener la regulación actual.
Fuente: Click Petróleo e Gás
