Pedro Cascales, presidente de CEGLA, la Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado, conversó con nosotros sobre el papel crucial del gas licuado de petróleo (GLP) en Argentina. Cascales destacó la oportunidad que representa para el país: “El gas licuado de petróleo es una excelente alternativa. Es confiable, beneficioso para el medio ambiente y, actualmente, muy económico. Esta tendencia seguirá debido a las características de nuestro mercado”, aseguró.
CEGLA agrupa a empresas que durante 50 años han envasado y distribuido gas a más de 20 millones de argentinos. Este gas, disponible en garrafas y cilindros, es esencial para aquellos que no están conectados a redes de gas natural, especialmente en áreas rurales donde se utilizan conocidos «chanchas».
En el país, cerca del 30% de la población no tiene acceso a gas natural y depende del GLP. A nivel global, más de 3,000 millones de personas utilizan este combustible. En Argentina, el GLP llega a todos los rincones, desde la Antártida hasta el Aconcagua, lo que demuestra su capacidad para alcanzar cualquier punto del país. Además, el GLP sirve como respaldo para industrias que, a pesar de contar con gas natural, enfrentan cortes estacionales. Aproximadamente 40 o 50 industrias utilizan GLP como apoyo para evitar interrupciones en sus procesos productivos.
El 60% del GLP en Argentina se produce en Bahía Blanca, aunque también proviene de yacimientos en Vaca Muerta y otras áreas. Desde la cámara, se realiza un análisis constante de las tendencias globales, tecnologías emergentes y nuevas prácticas para mejorar la seguridad y los beneficios para los consumidores. Cascales destacó: “La industria del GLP se caracteriza por su alta seguridad, por lo que buscamos información y actualizaciones continuamente”.
El sector está regulado por la Ley 26.020. Aunque no se considera un servicio público, sí es de interés público y se establece periódicamente un precio de referencia para el gas envasado. Durante el invierno, la actividad alcanza su punto máximo. Por ejemplo, en junio, un mes cálido, las ventas fueron menores, mientras que en julio, un mes frío, las ventas aumentaron. La producción de GLP supera el consumo interno, generando un superávit.
El futuro del sector está vinculado a los precios. Cascales comentó: “A mayor oferta, menores precios. Al ser grandes productores, resulta más barato vender el gas en el país que exportarlo. Esto podría hacer que el GLP sea una opción atractiva para la calefacción de hogares en comparación con la electricidad”.
Argentina tiene una gran oportunidad con los nuevos desarrollos energéticos en Vaca Muerta y otras cuencas. Cascales concluyó: “El gas licuado de petróleo es una alternativa valiosa con muchas aplicaciones. Aunque no es el combustible más destacado ni el que recibe más atención, es muy confiable, respetuoso con el medio ambiente y, actualmente, muy económico. Esta tendencia continuará debido a las características del mercado”.
Fuente: Onda Pyme