Imagen: El Heraldo
Uno de los refinados más utilizados no solo en Honduras, sino también en el resto de Centroamérica con aplicaciones domésticas y vehiculares es el Gas Licuado del Petróleo (GLP).
En el caso de la presentación de cilindro de 25 libras para uso en hogares o negocios para la cocción de alimentos, Guatemala, El Salvador y Costa Rica tienen los mayores impuestos a este producto del crudo, constató EL HERALDO en el boletín semanal sobre las estadísticas comerciales de combustibles que elabora el Sistema de Integración Centroamericana (SICA).
El Impuesto Valor Agregado (IVA) es el tributo vigente en territorio guatemalteco para el GLP y su monto es de 1.58 dólares equivalente a 39.20 lempiras al tipo de cambio actual para un costo de 14.79 dólares o 366.96 lempiras del 21 al 27 de abril pasado.
Entretanto, de 1.38 dólares (L 34.24) es el gravamen aplicado en suelo guanaco al referido derivado del crudo, por lo que se ofrece a $11.13 -que a lempiras es igual a 276.15– para el consumidor final.
En Costa Rica el IVA al cilindro de gas doméstico de 25 libras suma 1.02 dólares (25.31 lempiras), por lo que se obtiene a $15.20 o 377.13 lempiras, el precio más alto de la región.
De 88 centavos de dólar (L 21.83) es el impuesto definido en Honduras denominado Atención a Programas Sociales y Conservación del Patrimonio Vial (ACPV) establecido en la Ley de Estímulo a la Producción, a la Competitividad y Apoyo al Desarrollo Humano, decreto 131-1998.
En dos naciones centroamericanas no se recauda nada por tributo en este refinado del petróleo, específicamente en Nicaragua porque las presentaciones menores a 100 libras de GLP son reguladas por el Estado y libres de impuesto, mientras que en Panamá es tanto subsidiado como regulado por el Estado.
Congelado
Desde inicios de 2022 el valor del GLP doméstico se ha mantenido congelado en el territorio hondureño, favoreciendo el bolsillo de miles de personas.
A 238.13 lempiras se cotiza este producto de uso masivo en Tegucigalpa, así como Comayagüela y 216.99 lempiras se encuentra en San Pedro Sula.
Al cierre de 2023 se registró un acumulado de 9,633,374 cilindros de gas doméstico de 25 libras comercializados a nivel nacional.
El gerente administrativo de la Secretaría de Energía (Sen), Luis Munguía, confirmó que durante el año pasado “la población beneficiada con el subsidio al Gas Licuado del Petróleo anduvo alrededor de 500,000 familias y se invirtió más de 292 millones de lempiras”.
“Ya dentro del presupuesto institucional se dejó estipulado arriba de los 431 millones de lempiras para el subsidio al GLP”, aseguró respecto al presente período de 12 meses.
De su lado, el titular de la Dirección General de Hidrocarburos y Biocombustibles (DGHB), Carlos Posas, mencionó que la proporción de uso de gas doméstico para la preparación de comidas en las familias catrachas es del 97% frente al 3% que utiliza el queroseno.
Medida paliativa
“Lo que se busca a través del gobierno con los subsidios (a los combustibles) es una medida paliativa no es una medida que pueda a largo plazo ser sostenible, porque no existe de manera presupuestaria colocar una línea de egresos que sea infinita y no se puede todos los años tener esta línea de egresos recurrentemente”, consideró el economista Ismael Zepeda.
El también profesional de las Ciencias Económicas del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), Abelardo Medina, declaró que “no hay Estado en el mundo que aguante estar creando subsidios y controles porque realmente el problema puede estar originado por la falta de pago de salarios apropiados a la gente en el ámbito laboral”.
Fuente: El Heraldo