El gobierno de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Axel Kicillof, desafió a la administración nacional a responder ante accionistas de YPF por los “perjuicios económicos” de localizar en la provincia de Río Negro en lugar de en Bahía Blanca una planta de gas licuado prevista con inversiones conjuntas de la firma Petronas.
“Milei lo anunció. Tendrá que explicar a los accionistas de YPF, porque la decisión, que no está basada en la racionalidad económica y en la eficiencia, va a tener perjuicios para sus accionistas. Lo tendría que explicar en la Comisión Nacional de Valores, en la bolsa de Nueva York”, afirmó el ministro de gobierno, Carlos Bianco. Y añadió: “Fue una decisión política del Gobierno nacional y va a tener consecuencias si no avanza. Tenemos miedo que se termine no haciendo, ni en Río Negro ni en Bahía Blanca. Se suponía que empezaba en 2027, eso creyendo que ya estaba las rutas, el puerto”.
Después de la conferencia de su ministro, Kicillof reforzó sus reclamos en una entrevista radial, con algunos detalles. “En 2012 se recuperó YPF; en 2014 se firmó el acuerdo con Petronas y comenzaron a sacar gas; en 2017 comenzaron las visitas al puerto de Bahía Blanca; en 2022 se hizo el anuncio público; en febrero de 2023 reservaron las tierras necesarias en el puerto y me pidieron que avance con una expropiación de las tierras privadas, y después se presentó una ley de GNL hablada con empresas. Después, la novedad fue que vino Milei: votó en contra de la ley acordada con YPF y Petronas. Ahora las leyes de promoción de inversiones les gustan solo si las hacen ellos y no ponen ninguna condición. Milei dijo que la planta no iba a ir a Buenos Aires porque no adhieren al RIGI y el gobernador es socialista-comunista”, planteó el gobernador en Radio con Vos.
El proyecto de Petronas-YPF que ahora se desarrollaría en el puerto de Punta Colorada desembolsaría una inversión de entre 30.000 y 50.000 millones de dólares y sería la más importante de los próximos seis años. Las compañías eligieron este sitio ubicado en la localidad de Sierra Grande como el lugar probable para analizar la construcción de una planta de gas natural licuado (GNL), que permitirá exportar la producción de Vaca Muerta en estado líquido.
“Será para castigar a los bonaerenses que no lo votaron tres veces. O al gobernador, para ponerlo a un ring electoral o político. Hay una decisión de perjudicar a la provincia. La planta de licuefacción es un capítulo más. Lo quieren abollar, raspar a Kicillof por temas electorales”, insistió Bianco.
La sombra del fallo por la estatización
Para Kicillof, YPF tiene una significancia especial. En sus tiempos de ministro de Economía de Cristina Kirchner, impulsó la estatización de la petrolera hace poco más de una década. La controversia en torno de YPF lo persiguen en cada disputa política por el fallo adverso por 16.000 millones de dólares que se dictó en Estados Unidos por la estatización de la compañía.
Un año después de la nacionalización impulsada por Kicillof, en 2013, el entonces ministro de Economía cerró un acuerdo con la norteamericana Chevron para la exploración en Vaca Muerta. El contrato incluía cláusulas secretas que le daban garantías impositivas y legales a la multinacional. Aquel entendimiento logró destrabar inversiones, pero dejó al kirchnerismo a la intemperie de las críticas por izquierda. Sus concesiones contradecían la parafernalia del discurso nacionalista de la época. Fue entonces cuando apareció el interés de Petronas por invertir en una planta de gas, que permitiría transformar la producción de Vaca Muerta en un producto para ser exportado al mundo. El gobierno provincial detalló ahora otras inversiones que hará YPF por 2200 millones de dólares en territorio de la provincia a través de las firmas MEGA y Profertil.
“La recuperación de YPF, en exportación de gas licuado, representa 30 mil millones de dólares por mes. La recuperación energética, de la que este gobierno -sin hacer nada al respecto- ve resultados, es uno de los núcleos más complejos de los 12 años de kirchnerismo”, destacó hoy Kicillof en Radio Con Vos. Y añadió: “Hay distintos modelos: uno es usarlo como resorte para el desarrollo nacional, y otro usarlo como una fuente de ingresos para algunos sectores que los monopolizan sin que dejen nada acá. Si priorizas un modelo extractivista, explotás tus recursos, los sacás, los ponés en un tubo y los vendés al exterior, las divisas quedan allá”.
Fuente: La Nación