Los precios de la gasolina y el diésel obligan a buscar alternativas más económicas. La opción del gas licuado del petróleo (GLP) es una solución viable y respetuosa con el medio ambiente.
Los coches GLP son los que se mueven con gas licuado del petróleo, también conocido como autogás. Son una opción a la que cada día se incorporan más conductores por sus ventajas económicas y fiscales. Se calcula que en Europa hay 15 millones de vehículos de GLP en funcionamiento de los que 50.000 se encuentran en España.
Una de las principales ventajas es el ahorro debido a que el uso del gas licuado permite rebajar hasta un 40% la factura en cada repostaje con respecto a los carburantes convencionales como la gasolina o el díésel. Otro beneficio es la baja emisión, hasta un 96% menos de dióxido de carbono que un turismo diésel y hasta un 14% menos de CO2 que un coche gasolina. Además, la Dirección General de Tráfico (DGT) concede a este tipo de turismos la etiqueta ECO que permite circular por el perímetro central de las grandes ciudades. «Tener la etiqueta ECO es una de las mayores ventajas de este tipo de vehículos», afirma Ignacio Pérez Robledillo, Técnico Instalador de GLP.
Descuentos en varios impuestos
Como coches ecológicos que son, los que se mueven con autogás quedan libres del pago del impuestos de circulación, y hay ciudades en las que además tienen descuentos de hasta el 75% en el impuesto de circulación. Además, se les permite usar los carriles de alta ocupación incluso cuando no viajan en ellos el mínimo de pasajeros exigidos.
1.500 euros y 24 horas de trabajo
Realizar una conversión en un taller autorizado de un vehículo tiene un coste de 1.500 euros y en un día de trabajo está finalizada. La inversión económica es baja y después de 20.000 kilómetros de recorrido, la inversión está amortizada. Además, utilizando el GLP como combustible, la vida del vehículo aumenta considerablemente. «El motor de estos turismos puede durar más de 500.000 kilómetros», asegura Ignacio Pérez Robledillo, Técnico Instalador de GLP.
Como puntos débiles, el número aún escaso de gasolineras donde se puede repostar, solamente existen 800 en toda España, y que los turismos a los que se les puede instalar este combustible alternativo solamente pueden ser de gasolina y tener menos de 10 años de vida.