El Gobierno argentino le pedirá a los países integrantes del BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- créditos para financiar obras energéticas postergadas, como el Gasoducto del NEA.
La presidenta Cristina Kirchner recibirá en la Casa Rosada a su par ruso, Vladimir Putin, el 12 de julio, y una semana después, el 19, arribará el jefe de Estado de China, Xi Jinping, de quienes la jefa de Estado espera obtener préstamos por al menos 10.000 millones de dólares.
Según pudo saber NA, esa fue la información que funcionarios del Ministerio de Planificación transmitieron a los gobernadores de Chaco, Formosa, Santa Fe, Corrientes y Misiones tras los reclamos por las demoras en la ejecución de la obra.
El titular de Planificación, Julio de Vido, anticipó el interés argentino cuando encabezó una misión internacional a Rusia, China y Brasil, a fines de 2013: allí habló de 15 proyectos de inversión en energía por unos 20.000 millones de dólares.
La Argentina necesita una inyección de dólares frescos para reforzar sus reservas, dado que se vienen meses muy difíciles por la durísima disputa con los acreedores que no aceptan reestructurar pasivos y exigen el pago de contado y sin quita alguna.
El escenario es complejo: el país parece dirigirse hacia un nuevo default transitorio a partir del 30 de julio y hasta enero, dado que el Gobierno esperaría que caiga la cláusula RUFO para negociar con los fondos buitre.
Esa situación cerrará la posibilidad de obtener financiamiento por fuera de los BRICS y el gasoducto del NEA pasaría a la lista que encabeza el soterramiento del Tren Sarmiento, con cinco lanzamientos y ni un metro de ejecución.
El gasoducto del NEA fue lanzado en julio de 2004 por Néstor Kirchner y se dirige a ser otra de las megaobras más anunciadas del kirchnerismo que, sin embargo, quedará como una cuenta pendiente para otro Gobierno.
Ya no existe tiempo físico para que la administración de Cristina Kirchner finalice la obra, que aun no cuenta con ningún caño posicionado para ser ensamblado en los de 1.448 kilómetros previstos de red troncal.
Néstor Kirchner y De Vido habían presentado el Plan Energético Nacional para el período 2004-2008 que contemplaba la ejecución de la obra y la entrada en operaciones desde 2006, pero eso nunca ocurrió.
El primer tramo de licitación fue lanzado recién el 4 de febrero del 2011 por la actual jefa de Estado y en mayo último se abrieron las ofertas para la provisión de los caños que se utilizarán en la construcción del Gasoducto.
Antonio Pronsato, nombrado interventor del Enargas en noviembre de 2007, había afirmado en mayo de 2011 que el gasoducto estaría en operaciones en 2012, con una inversión de 6.186 millones de dólares, tres veces más que los 1.940 millones previstos en 2004 por Kirchner.
Por esos cambios presupuestarios, los diputados de la UCR Gustavo Valdes, Luis Mario Pastori y Mario Domingo Barleta pidieron el 15 de junio último que el Ejecutivo informe sobre la constitución y el funcionamiento del Fondo Fiduciario Gasoducto del Nordeste.
Los diputados presentaron a la Comisión de Energía y Combustibles del Congreso el pedido sobre el Fondo creado en agosto de 2010 para revertir asimetrías en el aprovisionamiento de combustible entre las provincias del norte y las del sur.
El 28 de junio de 2007, Kirchner dijo que el Gasoducto del Nordeste daría hasta 27 millones de metros cúbicos de gas y se terminaría en 2009, por lo que la Argentina acompañaría con ello el crecimiento más allá de 2011 y 2012.
La red troncal está dividida en seis tramos, de los cuales ya se licitaron tres: desde Bolivia hasta límite con Salta y desde allí hasta Ibarreta, en Formosa; el tercer tramo va del sur, desde Coronda, en Santa Fe, hasta Reconquista.
Gasoducto del NEA debía estar terminado en 2012 para beneficiar a 4,5 millones de personas en 163 localidades de Chaco, Formosa, Misiones, Corrientes y Santa Fe que siguen lidiando con las garrafas de 10 kilos de Gas Licuado de Petróleo.
Recién en 2015 el Gobierno licitará el tramo desde Ibarreta hasta Formosa capital, desde allí hasta Resistencia y, por último, desde la capital del Chaco hasta Reconquista, quedando Corrientes y Misiones para ampliaciones futuras.