Brasil, en los próximos años, se apresta hacer un importador importante a partir de un mayor crecimiento del consumo, principalmente, en el sector agroindustrial y comercial, que en los últimos tres años creció un 15% su consumo.

A partir de las reformas de una libre importación realizadas hace cuatro años atrás, las envasadoras ya pueden importar GLP a su nombre. Lo cual, lo que se observa, es que el mercado ingresa en una nueva dinámica. Esa nueva situación que se está generando, implica que en los próximos años se espere una diversificación del uso del GLP, como por ejemplo, en automóviles o en generación eléctrica en determinadas regiones o empresas. Por el momento, el uso de esta energía no está permitida.

Entonces, de permitir que en sectores industriales o pequeñas poblaciones se pueda usar GLP en vez de diésel o fuel oil para la generación de electricidad, será de un impacto más que interesante. Pues es sabido que el GLP es mucho más competitivo, tanto en precio como en rendimiento, para ese tipo de producción eléctrica.

Esa diversificación, sin dudas, incrementará aún más la demanda. En este sentido hay que recordar que Brasil se está preparando para recibir mayor cantidad de producto importado. En el 2023 importó 1,6 millones de toneladas (TN), sobre un consumo de 7,4 millones de TN en total. De la compra al exterior, Estados Unidos aportó el 51%, la Argentina un 46% y Bolivia un 3%.

La importación de Estados Unidos, qué es exclusivamente en barco, arribó a través del Puerto de Suape, en el nordeste brasilero. Mientras que lo de Argentina y Bolivia fue, por camión y barcazas. En el caso del abastecimiento argentino por transporte marítimo, debe decirse que son barcazas despachadas desde Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, que descargaron el producto en el puerto de Río Grande do Sul.

Pensando en el mediano plazo, hay tres proyectos avanzados para el recibimiento de producto de terceros mercados en terminales portuarias.

El más grande en almacenamiento es el que se construye en el Puerto de Suape, en el nordeste del Brasil, tiene una capacidad de hasta 90.000 TN. El proyecto está a cargo de Copa Energía, Nacional Gas y Oiltanking.

El segundo proyecto, en importancia, es el que se desarrolla en Pecem, también en el nordeste brasilero, pero con una capacidad de 33.000 TN. Aquí quién lleva la iniciativa es Súpergasbras. Y también está involucrada en el proyecto Ultragaz.

Hay que destacar que ambos proyectos están perfilados para recibir producto desde los Estados Unidos.

El tercer proyecto, de menor capacidad, es el que tiene en carpeta Supergasbras, también junto a Ultragaz, en San Francisco do Sul, con apenas 20.000 TN de almacenaje. Esta terminal portuaria, ubicada en el sur del país, sería la que recepcionará el producto desde la Argentina.

Fuente: AmericaGLP