En un escenario donde cada vez más países están asumiendo compromisos de poner fin a la era del motor de combustión interna, Honduras puede hacer su parte en la lucha contra el cambio climático.
Esta semana, la Unión Europea asumió el compromiso de eliminar las emisiones de carbono de autos nuevos para 2035, año que pondrá fin a la era del motor de combustión interna.
En Honduras, el sector transporte es uno de los mayores contaminantes atmosféricos con 2.6 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2eq) generadas por más de 815 mil vehículos livianos en 2021, y de seguir la tendencia, en menos de una década, la emisión de gasolinas expulsara 14.9 millones de toneladas de CO2eq.
Sin embargo, el desarrollo de una política de Estado o un programa a gran escala puede contribuir para que el país centroamericano cumpla con los compromisos delAcuerdo de París, enfocado a combatir el cambio climático y acelerar e intensificar las acciones e inversiones necesarias para un futuro sostenible con bajas emisiones de carbono.
Al respecto, el Instituto de Investigación en Energía (IEE) de laUniversidad NacionalAutónoma de Honduras (Unah), planteó el escenario del país para 2050 que, conforme al crecimiento anual promedio de 3% en el parque vehicular, se prevé que habrá dos millones de vehículos livianos que producirán 706 millones de toneladas de CO2eq para ese año.
Para hacer la medición, el IIE se basó en la metodología de factores de emisión de orden superior del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), por dos factores: a la fecha, no hay regulaciones con la antigüedad de vehículos que circulan en el país y existe una flota vehicular bastante antigua que oscila en un promedio de 20 años.
“Eso quiere decir que tampoco contamos con las estadísticas sobre tecnología catalizadora de los motores que circulan en el país”, explicó Rigoberto Erazo, investigador voluntario del IIE, durante el recién IVCongreso de la Facultad deCiencias de la Unah. Como propuesta de mitigación, el estudio del IIE plantea el desarrollo de una política de Estado para la conversión de carros de gasolina a gas licuado del petróleo (GLP), que tiene un costo aproximado de US$1.000 por unidad. La investigación plantea que de convertir el15% de la flota de vehículos livianos a consumo de GLP, invirtiendo unos US$161.2 millones, para el año 2030 habría emisiones de 66 millones de toneladas y de seguir así, para 2050, habría emisiones por 3.803 millones de toneladas, es decir, una reducción significativa del escenario base.
“Se puede ir viendo la relación costo beneficio que esto traería. Solo trabajando con el sector de vehículos livianos en Honduras podemos generar cambios o reducciones significativas a la contaminación”, expuso Erazo. El informe plantea un escenario más agresivo, donde el 50% de la flota vehicular sea de 50% de gasolinas y 50% de GLP, del que se requeriría una inversión aproximada de US$537 millones. Por su parte, el investigadortitular del IIE, Marco Flores, recalcó que a nivel nacional hay una considerable cantidad de taxis ya convertidos a GLP, y de hacerlo a gran escala “es una oportunidad para que el país cumpla con el Acuerdo de París de reducciones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030 y 2050″.
Según el docente, “es relativamente fácil convencer” a los usuarios para que conviertan sus vehículos por los beneficios económicos que supone.Durante la investigación, conductores que cambiaron a GLP dijeron que han ahorrado un 50% de consumo respecto a cuando el motor de su carro funcionaba con gasolina.
Honduras es el país número 82 delranking de países por emisiones de CO2, formado por184 países, en el que se ordenan los países de menos a más contaminantes, según un reporte de la Comisión Europea.