El desabastecimiento de gas licuado de petróleo (GLP) en las ciudades bolivianas que hacen frontera con Corumbá llevó al gobierno del país vecino a confirmar una situación que la Receita Federal ya investigaba desde hace tiempo: el contrabando del producto hacia el lado brasileño.

Después de los combustibles (gasolina y diésel), el gas doméstico, que cuesta apenas R$ 20,00 en Bolivia, se ha convertido en uno de los productos más contrabandeados hacia Corumbá.

Según informó la prensa boliviana, el viceministro de Lucha Contra el Contrabando, Luis Amílcar Velásquez, afirmó que se tomarán medidas para combatir este acto ilícito.

“Actuaremos con firmeza contra el contrabando”, declaró. El gobierno del país vecino anunció que desplegará fuerzas del Ejército y de la Armada en una gran operación en Puerto Suárez, Puerto Aguirre y Puerto Quijarro, donde también existe venta clandestina para brasileños.

Además de los perjuicios tributarios y la práctica del contrabando, la alta demanda del producto boliviano está provocando su escasez dentro del propio país.

En las tres ciudades fronterizas con Corumbá, los residentes están enfrentando largas filas para comprar los cilindros en los puntos autorizados por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH).

Existe reventa clandestina en improvisados puntos de venta montados en casas y pequeños comercios, un sistema similar al contrabando de combustibles.

Incautaciones

La Receita Federal informó que intensificará la fiscalización aduanera, aunque el control es complicado debido a la extensa frontera seca. El año pasado, el organismo confiscó en Corumbá 150 cilindros de gas importados irregularmente desde Bolivia, la mayoría de ellos en diciembre, en puntos de reventa.

El contrabando es realizado por brasileños y bolivianos, quienes tienen la posibilidad de obtener hasta seis veces el valor pagado al otro lado de la frontera.

“La situación es preocupante desde el punto de vista nacional por razones económicas, de seguridad y de salud pública”, alertó la Receita Federal en una nota, preparándose para una acción más rigurosa y permanente con la llegada prevista de nuevos agentes a la región.

En 2024, la Receita Federal también confiscó 150 mil litros de combustible boliviano. Esta práctica ilegal representa un comercio de millones de reales en ambos lados de la frontera.

Fuente: Correio do Estado