El año 2024 se inicia con numerosos desafíos para nuestra industria. En el escenario global, los conflictos regionales continúan presionando la economía mundial y el agravamiento de la crisis en el Medio Oriente, con los recientes acontecimientos en el Mar Rojo, genera temores de que la posibilidad de suspensión de operaciones en el estrecho de Ormuz afecte el comercio marítimo al punto de impactar el precio de los combustibles y, consecuentemente, sus derivados.

Toda esta incertidumbre se suma al hecho de que, a nivel regional, enfrentamos importantes revisiones regulatorias en mercados relevantes como Brasil y Chile, cambio de gobierno en Argentina y elecciones generales en México.

En este sentido, la combinación de factores globales y regionales crea un escenario complejo que puede afectar los precios en los mercados locales, influenciando las revisiones regulatorias en curso.

En este escenario, la Asociación Iberoamericana de Gas Licuado de Petróleo (AIGLP), con más de 37 años de historia, desempeña un papel crucial en la promoción de las buenas prácticas en el sector, siempre buscando el bienestar y la seguridad del consumidor.

Nuestros pilares fundamentales incluyen el respeto a la marca, la oposición a la existencia de un parque común de cilindros, la necesidad de regulación específica para la requalificación de cilindros y la seguridad en todos los niveles de la cadena de GLP, desde su producción hasta su llegada al consumidor final. La asociación también aboga por la libre competencia, considerándola esencial para mantener una competencia saludable entre las empresas, lo que resulta en precios más bajos y una mejor calidad para los consumidores.

Como entidad representativa, la AIGLP asume la responsabilidad de llevar al debate las políticas que no se alinean con las mejores prácticas del sector, comprometiéndose a promover un ambiente propicio para el crecimiento continuo, garantizando que la industria permanezca innovadora, competitiva y lista para responder a las complejidades de un mercado global en constante evolución.

En este sentido, nos preocupa que un posible aumento en los precios de GLP, debido a la compleja dinámica económica global, pueda reavivar, en el contexto de revisiones regulatorias, un nuevo debate sobre prácticas que no representan los mejores intereses para el consumidor, generan inseguridad e introducen incertidumbres en una industria que, gracias a la virtuosa regulación vigente, ha alcanzado niveles elevados de seguridad y eficiencia.

Entre estas malas prácticas, las más recurrentes son la violación del respeto a la marca, permitiendo que cualquier empresa utilice comercialmente el cilindro de un competidor, y la venta fraccionada, permitiendo incluso el llenado de cilindros en entornos no controlados.

En este contexto, recordamos que la marca representa responsabilidad, y su presencia destacada en los cilindros desempeña un papel crucial para el funcionamiento eficaz de la industria, transmitiendo confianza a los consumidores y reafirmando nuestro compromiso con la seguridad, además de respetar su derecho de elección.

En cuanto a la venta fraccionada de GLP, es importante destacar que el procedimiento de llenado de los recipientes sigue estrictas normas técnicas de seguridad y solo debe realizarse en instalaciones ubicadas en zonas industriales, con un entorno controlado, garantizando condiciones seguras y mitigando cualquier riesgo potencial asociado a la operación.

Por lo tanto, sería imprudente introducir en el entorno residencial del consumidor una operación que se realiza de manera controlada, en un lugar adecuado, siguiendo estándares elevados de calidad y seguridad. Creemos que cualquier cambio en la regulación debe obedecer a criterios técnicos, y la preservación de la vida y la seguridad del consumidor deben ser los principales factores a considerar en cualquier proceso decisivo.

Estos son solo dos ejemplos de prácticas regulatorias que a menudo se revisan y que representan una precarización de nuestra industria, con una disminución en la calidad del servicio prestado y en la seguridad del consumidor. Necesitamos comprender que cualquier cambio en la regulación, con potencial impacto en el mercado y en la sociedad, debe pasar por un amplio proceso de estudio, con criterios técnicos y objetivos bien establecidos. Sin estas definiciones claras, sería imprudente avanzar en cambios o creación de nuevos modelos regulatorios.

En resumen, el año 2024 presenta a la industria de GLP en nuestra región una serie de desafíos, moldeados por eventos globales y cambios regionales. Ante este panorama complejo, entendemos que la AIGLP debe seguir con su compromiso inquebrantable de defender los pilares fundamentales de la industria, las buenas prácticas regulatorias, el bienestar y seguridad del consumidor, además de nuestro compromiso social de promover políticas que buscan combatir la pobreza energética.