El mercado de Gas Licuado de Petróleo (GLP) en América Latina es complejo y multifacético, con características únicas en cada país. En una región donde el GLP es más que una simple fuente de energía—siendo, de hecho, un bien de primera necesidad—los desafíos regulatorios y de mercado son tan diversos como los contextos socioeconómicos locales. Cada mercado tiene sus virtudes y desafíos, y es en este contexto que la AIGLP (Asociación Iberoamericana de Gas Licuado de Petróleo) se posiciona como una facilitadora de debates, estudios e intercambios de experiencias entre los diversos actores del sector, autoridades y la sociedad.
Regulación y Madurez del Mercado
Una de las cuestiones centrales en la discusión sobre la regulación del GLP en la región es la necesidad de comprender el grado de madurez de cada mercado. Países como Brasil y Chile son frecuentemente citados como ejemplos de regulación eficaz, que combina seguridad jurídica e incentivos adecuados. En Brasil, por ejemplo, el consumidor adquiere un cilindro una sola vez, y a lo largo de toda su vida, puede simplemente comprar la recarga de gas, sin la necesidad de adquirir un nuevo cilindro. Esto es posible gracias a una regulación que promueve la sostenibilidad del sistema, creando un «envase eterno» que, a pesar de tener un costo inicial, se amortiza con el tiempo.
Chile, por su parte, es un ejemplo de mercado abierto, donde la regulación económica y la seguridad jurídica proporcionan un ambiente favorable a la inversión privada. El país se destaca por ofrecer soluciones personalizadas para sectores específicos, como las granjas de salmón, además de permitir que los privados actúen ya en el abastecimiento primario y compitan, incluso en esta fase, con grandes inversiones en terminales marítimos, garantizando un abastecimiento ágil y seguro. Esta flexibilidad regulatoria permite que el mercado chileno sea altamente receptivo a las necesidades de los consumidores, al mismo tiempo que asegura altos estándares de servicio.
La Diversidad Regulatoria en América Latina
Sin embargo, no se debe perder de vista que la diversidad regulatoria es una realidad ineludible en América Latina, y lo que funciona en un país no siempre es aplicable en otro. En México, por ejemplo, a pesar de los desafíos de regulación, la garantía de abastecimiento y la presencia en el 100% del territorio nacional muestran un modelo de mercado que atiende al consumidor de manera eficiente, especialmente en el sector a granel. Incluso en un entorno con cierta informalidad, el mercado mexicano es un ejemplo de cómo el sector privado puede, de manera comprometida, garantizar la capilaridad del servicio y la continuidad del suministro.
En Perú, el modelo de autogas es una referencia para Europa y Asia, fruto de un alto nivel de inversión privada y una regulación económica robusta. Sin embargo, el costo de la fiscalización y la dificultad de combatir la informalidad en los sectores de envasado muestran que el desafío de fortalecer el mercado aún persiste. En Ecuador, con su política de precios accesibles para el GLP, se ofrece un ejemplo de cómo la regulación puede atender a la población de manera eficaz, aunque es necesario realizar análisis recurrentes para evaluar si el modelo sigue siendo sostenible a lo largo del tiempo.
Desafíos y Oportunidades: La Visión de la AIGLP
Ante este panorama, la AIGLP busca ser un agente que promueva el diálogo entre los diferentes actores del sector, entendiendo que cada mercado posee su propia dinámica y que la experiencia de uno puede ser valiosa para otro. La asociación se posiciona como una catalizadora de buenas prácticas, apoyando el intercambio de conocimientos y la promoción de debates que aceleren la difusión de soluciones innovadoras, sin imponer un modelo único.
A pesar de las diferentes aproximaciones regulatorias, la AIGLP mantiene ciertos principios que son innegociables, como la seguridad en toda la cadena de producción y distribución del GLP, la garantía de suministro, la marca como factor fundamental para garantizar la responsabilidad de los agentes involucrados y la trazabilidad de los productos. Estos elementos son primordiales para asegurar que el GLP siga siendo una solución confiable y accesible para millones de personas en América Latina.
Construyendo un Mercado Sostenible
La construcción de un mercado de GLP sostenible depende de un enfoque que reconozca las particularidades de cada país, pero que al mismo tiempo se base en las mejores prácticas de la industria. No existe un único camino a seguir, pero sí hay directrices que pueden orientar este proceso de forma eficiente y equilibrada.
Un punto de partida es garantizar que los costos de fiscalización sean proporcionales a la realidad local, asegurando la viabilidad económica sin comprometer la calidad y la seguridad del servicio prestado. La fiscalización eficiente es crucial para mantener la integridad del mercado, pero debe implementarse de forma que no cree barreras excesivas al desarrollo. Al mismo tiempo, es fundamental crear un ambiente de seguridad jurídica que inspire confianza en los inversores, estimulando la continuidad de las inversiones privadas y permitiendo que las empresas amplíen sus operaciones con previsibilidad.
Estos factores deben ser acompañados de estímulos consistentes para atraer y mantener inversiones privadas en el sector del GLP. El incentivo al capital privado es vital para la expansión de la infraestructura, el desarrollo de nuevas tecnologías y la garantía de un suministro continuo y confiable. La seguridad regulatoria y la creación de incentivos son elementos que ofrecen un horizonte más estable para las empresas, al mismo tiempo que benefician a los consumidores con servicios de mejor calidad.
En este contexto, la AIGLP tiene un papel central al fomentar un equilibrio entre las necesidades de los consumidores, la actuación reguladora del Estado y la capacidad del sector privado de innovar y expandir sus actividades. La misión de la asociación es facilitar el diálogo entre diferentes actores, creando un ambiente donde las mejores prácticas puedan ser discutidas, compartidas y adaptadas a las especificidades de cada mercado.
Cada país de América Latina posee una trayectoria única en el sector del GLP, con lecciones valiosas a considerar. Brasil y Chile son ejemplos de regulación eficiente y de bajo costo de fiscalización, que promueven un ambiente favorable a la inversión. Mientras que México, con su modelo a granel, y Perú, con la exitosa implementación del autogas, muestran cómo la diversidad de enfoques puede llevar a resultados positivos, aunque con desafíos específicos por superar.
Claro que, al tratarse de un artículo, mencionamos los países más buscados en nuestros diversos debates en la región, pero esto no quita el mérito ni la merecida atención a experiencias y modelos como los de Argentina, Colombia, Paraguay, Uruguay y otros países de América Central y el Caribe.
Finalmente, la propuesta de la AIGLP es mantenerse como un espacio de colaboración y aprendizaje, donde los aciertos y experiencias de cada mercado puedan convertirse en conocimiento aplicable para toda la región. Así, el GLP puede continuar siendo una fuente de energía esencial, que atienda de manera eficaz y segura las necesidades de la población, al mismo tiempo que se adapta a las transformaciones del sector energético y a las nuevas demandas de la sociedad.
Con la participación activa de todos sus miembros, la AIGLP busca fomentar un mercado de GLP cada vez más fuerte, moderno y preparado para los desafíos del futuro. Más que una única ruta, la asociación cree en un camino de constante evolución, donde la adaptación local y la búsqueda de la excelencia vayan de la mano, garantizando que el GLP siga siendo una opción de energía confiable y accesible para millones de personas en América Latina.
Fabrício Duarte – Director Ejecutivo