Imagen – Pexels – Francesco Ungaro

Introducción

La industria del Gas Licuado de Petróleo (GLP) desempeña un papel crucial en la matriz energética de toda América Latina, suministrando energía a millones de hogares. Asegurar su operación efectiva y la protección de los consumidores requiere una regulación económica robusta, moderna y eficaz.

En el escenario latinoamericano, el GLP enfrenta desafíos particulares. La volatilidad de los precios, influenciada tanto por factores internos como por dinámicas globales, conflictos geopolíticos y fluctuaciones en el mercado del petróleo, impone dificultades adicionales para su distribución y accesibilidad, y también puede impactar directamente en la economía doméstica de los consumidores. Dado que el GLP tiene una gran importancia en la cesta de consumo de la población, sus implicaciones sociales atraen la atención de los medios y, consecuentemente, de la clase política, haciendo que la regulación del mercado y las políticas de competencia sean constantemente objeto de discusión.

Aunque se trata con una simplicidad indebida, este debate es parte de un problema complejo y, citando al periodista americano H L Mencken, “para todo problema complejo siempre hay una solución simple, elegante y completamente equivocada”. Así, lo que vemos en nuestra región son constantes propuestas de revisiones regulatorias que, bajo la bandera de la reducción del precio del producto, terminan generando inseguridad y, contrario a lo deseado, aumentando costos, perjudicando precisamente a quien debe ser protegido: el consumidor final.

Toda esta dinámica del mercado fue ampliamente discutida en el 5º Congreso Internacional de Gasnova, llevado a cabo entre el 23 y 24 de agosto, en la ciudad de Bogotá, Colombia. Fueron dos días de intensos debates en los que tuve la oportunidad de participar como debatiente, en un panel muy interesante, cuyo tema fue “marco regulatorio, para que haya futuro”.

Reflexionando sobre el tema, es importante hablar de los avances regulatorios de la industria del GLP hasta hoy, para poder pensar de manera equilibrada sobre lo que necesitamos hacer para que nuestro sector pueda evolucionar, trayendo beneficios económicos y sociales a nuestros consumidores finales.

Para eso, en AIGLP, estamos constantemente promoviendo las mejores prácticas regulatorias que permitan: que las empresas tengan seguridad para las necesarias inversiones en calidad e infraestructura; que proporcionen un ambiente competitivo para la industria; y que aseguren que el GLP siga siendo una fuente de energía viable y confiable para todos.

Nuestros Pilares

Nuestros pilares fundamentales incluyen el respeto por la marca, la oposición a la existencia de un parque común de cilindros, la necesidad de una regulación específica para la recalificación de los cilindros, y la seguridad en todos los niveles de la cadena del GLP, desde su producción hasta su llegada al consumidor final.

También defendemos vehementemente la libre competencia, ya que creemos que es esencial para mantener una competencia saludable entre las empresas, lo que resulta en precios más bajos y mejor calidad para los consumidores.

  1. Marca:

La marca impresa en un cilindro de gas va más allá de simplemente identificar una empresa; es un emblema de compromiso, excelencia y responsabilidad. Esta identificación clara actúa como un catalizador para que las empresas mantengan altos estándares de calidad, consolidando la confianza del consumidor en el sector. La preservación de la integridad de la marca no sólo previene litigios legales, sino que también asegura que las empresas puedan ser claramente responsabilizadas en situaciones adversas.

En este contexto, la marca se convierte en algo más que un símbolo corporativo. Es un pacto silente entre el productor y el consumidor, asegurando que el producto adquirido cumpla con los más altos estándares de calidad y seguridad. En un mercado cada vez más competitivo, donde los consumidores tienen una variedad de opciones a su disposición, la confianza instaurada por una marca reconocida puede ser un diferencial crucial. Así, al reconocer y respetar la relevancia de una marca en el cilindro, también estamos valorando el compromiso de la empresa con la excelencia, el bienestar y el derecho de elección de sus consumidores.

  1. Contra el parque común de cilindros:

La oposición a la creación de un parque común de cilindros de GLP es esencial para preservar la individualidad, la responsabilidad y la innovación dentro de la industria. Cada empresa, al tener sus propios cilindros, es responsable del control de calidad, mantenimiento y rastreabilidad de sus productos. Esto motiva a cada fabricante a mantener altos estándares, ya que su reputación está directamente vinculada a la calidad y seguridad de los cilindros que pone en el mercado.

Además, un parque común podría conducir al deterioro de la industria. La uniformidad de los cilindros puede desincentivar inversiones en recalificación y adquisición de nuevos cilindros. Sin una clara identificación y responsabilidad sobre los cilindros, se fomentan incentivos para el fraude, deteriorando la confianza en el sistema. La consecuencia es un aumento en la inseguridad del consumidor final, que se vuelve más vulnerable a cilindros defectuosos o mal mantenidos. Esta perspectiva subraya la importancia de mantener la individualidad de los cilindros, asegurando un mercado que priorice la seguridad, la innovación y la satisfacción del cliente.

  1. Recalificación:

La recalificación de los cilindros de GLP es fundamental para garantizar la seguridad del consumidor y mantener la integridad estructural del recipiente. Con el tiempo y el uso continuo, los cilindros pueden presentar desgaste, corrosión u otros defectos que comprometan su eficacia y seguridad. La recalificación periódica permite la identificación y corrección de estos fallos, evitando fugas que pueden resultar en graves accidentes domésticos, como incendios o explosiones. Al asegurarse de que los cilindros estén en perfectas condiciones de uso, no sólo se protege al consumidor final, sino también a los profesionales involucrados en toda la cadena de distribución.

Para la industria, la recalificación de los cilindros de GLP no es solo una medida de seguridad, sino también un indicativo de responsabilidad y compromiso con altos estándares de calidad. Además de prevenir potenciales accidentes que puedan afectar su reputación y resultar en responsabilidades legales, la práctica refuerza la confianza del consumidor en la marca y el producto. Adoptar medidas rigurosas de inspección y mantenimiento de los cilindros muestra el compromiso de ofrecer un producto seguro y confiable, contribuyendo a la consolidación y crecimiento sostenible del sector.

  1. Seguridad del Consumidor:

El GLP, debido a su naturaleza intrínsecamente volátil, demanda protocolos de seguridad rigurosos. Estos protocolos trascienden simples normativas, representando genuinos compromisos con la preservación de la vida y el bienestar humano. En este contexto, un solo fallo puede culminar en desastres devastadores, subrayando la necesidad de priorizar la seguridad.

La relación del consumidor con el GLP está anclada en la certeza de que el producto que entra en sus hogares es confiable. Esta relación de confianza, construida sobre cimientos sólidos, es crucial para la sostenibilidad y crecimiento de la industria.

En un mercado cada vez más competitivo, la seguridad no es solo una obligación ética, sino un diferencial estratégico. Las empresas que demuestran un compromiso constante con altos estándares de seguridad no solo refuerzan su reputación, sino que también consolidan su posición en el mercado, garantizando la lealtad de sus clientes y estableciendo un estándar para los nuevos entrantes en el sector.

  1. Libertad de Precios y Competencia Libre:

Un mercado verdaderamente competitivo es aquel donde las empresas luchan por ofrecer el mejor valor al consumidor. Restricciones excesivas pueden inhibir esta dinámica, mientras que la libertad de precios y la competencia leal incentivan la innovación y mejoras en el servicio. Además, la competencia resulta en precios más ventajosos, garantizando que los consumidores obtengan el máximo valor por su dinero.

La naturaleza del producto GLP y su importancia social hacen que las condiciones de competencia y la calidad de la regulación sean muy importantes para la promoción del bienestar de los consumidores y, en particular, para las familias más vulnerables. Al permitir que las organizaciones operen en un campo nivelado, se incentiva el crecimiento sostenible, la diversificación de ofertas y la entrada de nuevos actores, que juntos enriquecen el ecosistema comercial e impulsan el progreso continuo del sector.

  1. Ineficiencia del llenado fraccionado:

Además de nuestros pilares, es importante analizar este tema que se trae constantemente a discusión y que impacta negativamente al sector.

Aunque el llenado fraccionado de cilindros de GLP pueda parecer una alternativa atractiva a primera vista, un análisis más profundo revela preocupaciones inherentes. Económicamente, este enfoque no ofrece una ventaja costo-beneficio a la sociedad, ya que expone al consumidor a riesgos asociados con el llenado de recipientes en áreas urbanas, sin beneficios significativos a cambio. El modelo, ya sea en el formato de recarga estacionaria, donde el consumidor lleva el recipiente al lugar de llenado, o en el modelo de recarga móvil, donde el camión se desplaza hasta el consumidor, hace que la supervisión de las normas de seguridad sea más desafiante y costosa, incentiva la práctica de fraudes, ya sea en la medición o en el llenado de recipientes de marcas competidoras, y desalienta las inversiones en seguridad, aumentando potencialmente los riesgos de accidentes.

Mirando hacia el Futuro

A lo largo de su trayectoria, la industria del GLP ha enfrentado y superado numerosos debates y desafíos, alcanzando un nivel de madurez regulatoria admirable. Sin embargo, a menudo recaemos en cuestiones previamente discutidas y consideradas resueltas, lo que puede estancar el avance del sector. Al dirigir la atención hacia temas emergentes, como la mejora de la infraestructura de distribución e importación, la construcción de nuevos terminales y la modernización de las regulaciones, brindamos oportunidades para innovaciones y avances, medidas esenciales para satisfacer las crecientes demandas y asegurar un futuro sostenible para la industria.

Como asociación representativa, tenemos el deber de llevar a la discusión las políticas que no estén en consonancia con las mejores prácticas del sector. Nuestro compromiso es fomentar un ambiente que favorezca el crecimiento continuo, asegurando que la industria se mantenga actualizada, competitiva y apta para adaptarse a los matices de un mercado global en constante transformación.

Entonces, ¿qué debemos hacer para que nuestros marcos regulatorios permitan que nuestra industria tenga futuro? La respuesta no es simple, después de todo vemos que es un tema complejo, pero basados en lo que hemos aprendido a lo largo de nuestra historia y analizando las experiencias positivas y negativas que hemos vivido, identificamos tres oportunidades de mejora, que son comunes en todos los países de nuestra región.

La primera es que necesitamos comprender que cualquier regulación con potencial de impacto en el mercado y en la sociedad debe pasar por un amplio proceso de estudio. Debemos, al menos: identificar las áreas que necesitan corrección o estímulo; analizar si la regulación en discusión está en sintonía con los objetivos establecidos; y reducir eventuales impactos negativos para la sociedad, teniendo en cuenta los intereses de los consumidores, del gobierno y de los productores. Sin estas definiciones claras, es imprudente avanzar en la creación de regulaciones.

La segunda es que un marco regulatorio moderno y seguro es fundamental para el desarrollo sostenible de cualquier sector económico, ofreciendo previsibilidad y seguridad jurídica a los inversores, dos pilares esenciales para atraer inversiones a largo plazo. Nuestra infraestructura carece de terminales eficientes y modernos que permitan la entrada de materia prima de manera ágil, segura y económica. Invertir en terminales es invertir en la capacidad de un país para competir globalmente, diversificando sus socios comerciales y reduciendo los costos asociados a la logística.

Y la tercera es que tengamos una regulación que permita la libre importación de materia prima, condición esencial para alcanzar un precio genuinamente competitivo en el mercado de GLP. Esto se debe a que la formación de precios no se da solo en el contexto interno, sino que también es influenciada por factores externos, como oferta y demanda internacionales y variaciones cambiarias. Al permitir la libertad de compra de la molécula, la industria nacional podrá adquirir el GLP a precios más alineados con el mercado global, beneficiándose de condiciones más favorables y oportunidades que pueden surgir en diferentes regiones del mundo.

Creemos que, de esta manera, posibilitaremos un futuro prometedor para nuestra industria, promoviendo el crecimiento económico y el bienestar social.

Fabrício Duarte – Director Ejecutivo