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Seguridad en la reventa y distribución de GLP

El GLP, Gas Licuado de Petróleo, es un producto inflamable y su función principal es proporcionar energía. Como todo combustible, cuando no se respetan las normas de seguridad, puede provocar accidentes. Por tanto, la comercialización de GLP, en envases transportables, debe ser regulada de acuerdo con los criterios técnicos que cada organismo regulador estime ser pertinente.

Es importante resaltar que el artículo es una guía de buenas prácticas, ya que cada país tiene su realidad y su normativa está elaborada de acuerdo con las necesidades locales.

Para la práctica de la venta de GLP a los consumidores finales (dealers), se identifican algunos requisitos comunes en los países de América Latina, empezando por la necesidad de autorización para realizar la actividad de venta de GLP, por parte de la autoridad reguladora. En esta autorización se observan algunos ítems tales como: requisitos mínimos para elementos de seguridad en áreas de almacenamiento, obligaciones relacionadas con la calidad del cilindro de GLP, regulación de vehículos de transporte de cilindros de GLP, entre otros.

La actividad de venta de GLP al consumidor final se considera, en general, un servicio esencial a la población y comprende la adquisición, almacenamiento, transporte y venta de cilindros de GLP al consumidor final, así como la asistencia técnica.

Después de obtener la autorización a través del organismo responsable, los revendedores (dealers) aún deben cumplir con una serie de criterios, sea para el producto, el almacenamiento, el mantenimiento o la distribución.

El almacenamiento de los cilindros de GLP debe hacerse, preferentemente, en pilas, respetando el límite de tamaño y cantidad de cilindros y, si están llenos, deben mantenerse dentro del área de almacenamiento, separados de los cilindros parcialmente usados y vacíos.

El piso del área de almacenamiento de cilindros de GLP deberá ser plano y nivelado, pavimentado, realizándose la delimitación del área de almacenamiento mediante pintura del piso o mediante malla de alambre u otro material resistente al fuego. Además, las áreas también deben contar con extintores y el Cuerpo de Bomberos local debe inspeccionar periódicamente a los revendedores (dealers) de GLP como una forma de certificar las condiciones de seguridad del área de almacenamiento de cilindros.

En cuanto al mantenimiento de los cilindros, la responsabilidad es del distribuidor (envasador). Es realizada inspecciones visuales durante todo el proceso de llenado de los cilindros y, cuando es necesario, mantenimiento preventivo y correctivo se hace, para que los cilindros estén siempre en perfecto estado.

Finalmente, la entrega de los cilindros de GLP a los domicilios de los consumidores y establecimientos comerciales tampoco podrá efectuarse en cualquier forma. Los cilindros sólo deben transportarse en camiones, camionetas abiertas con protección lateral y trasera, con amarre de carga y motocicletas específicas que cuenten con la autorización del organismo responsable.

Para poder circular, en primer lugar, los conductores deben contar con la correspondiente licencia de conducir. Además, los vehículos de distribución deberán exhibir: la documentación del producto, que incluye la Identificación de la Empresa, con la documentación de autorización del organismo responsable, la documentación y equipamiento del vehículo, que incluye los certificados de inspección y los registros de licencias de vehículos dentro de la fecha de vigencia. Además, los vehículos deben estar equipados con advertencias de peligro y objetos de señalización que otros puedan reconocer fácilmente.

Todas estas y otras medidas de seguridad señaladas a lo largo del artículo en los procesos de venta de GLP al consumidor final son resultado de benchmarks de los países de América Latina. Teniendo en cuenta que son indicaciones de buenas prácticas, ya que cada país tiene su legislación específica, según a su realidad.