Deflagraciones en marcha. El aumento de incidentes relacionados con balones en mal estado suponen la demanda de controles más rigurosos y mecanismos de denuncia efectivos en toda la cadena de distribución, advierte Limagás.
La proliferación de balones de gas licuado de petróleo (GLP) adulterados, que supera los cuatro millones de unidades en circulación, ha colocado a las autoridades, empresas del sector y consumidores en máxima alerta, de acuerdo con un análisis reciente compartido por Limagás.
Según datos recientes de la Sociedad Peruana de Gas Licuado (SPGL), el mercado informal de cilindros de GLP alcanza niveles sin precedentes, y la situación representa un desafío grave para la seguridad de millones de peruanos.
GLP: 7 de cada 10 hogares podrían estar usando un balón adulterado, según Osinergmin
El fenómeno afecta de forma directa la vida cotidiana, ya que el balón de gas es un elemento indispensable para la cocción de alimentos en más de 7 millones de hogares. Osinergmin, el ente regulador del sector, advirtió que más de la mitad de los balones comercializados en el país carecen de procedencia legal y no cumplen las especificaciones técnicas exigidas para su uso doméstico, lo que eleva considerablemente el riesgo de accidentes.
Estos balones, generalmente antiguos y en mal estado, presentan abolladuras, óxido y en la mayoría de los casos pesan menos de lo que indican, pues parte del contenido original se ha extraído y revendido de forma fraudulenta. Los cilindros regresan al circuito comercial sin los controles adecuados y, en muchos casos, son disimulados como productos de marcas reconocidas, engañando a los consumidores y exponiéndolos a situaciones de grave peligro.
Según Limagas, que ha lanzado su campaña de concientización “Tu seguridad no tiene precio”, la ausencia de controles efectivos y el avance del mercado informal han incrementado el número de accidentes en los hogares peruanos. La empresa recomienda adquirir balones solo en puntos oficiales y revisar varios aspectos antes de la compra.
Para Ignacio Schneider, gerente general de Limagas GLP, conviene rechazar cilindros en mal estado, verificar que el color y la marca coincidan, así como asegurarse de que el precinto de seguridad se encuentre intacto y sin señales de alteración. “La seguridad y la tranquilidad de las familias peruanas es nuestra principal responsabilidad”, dijo.
Mercado informal de GLP remece a millones de peruanos, alerta Limagás
La situación se agrava debido a la alta demanda de GLP en Perú, donde la producción depende en un 70% del gas extraído en Camisea y procesado en la planta de Pisco (Ica). Esta alta dependencia, sumada a la falta de infraestructura de almacenamiento en el Callao y las interrupciones generadas por fenómenos climáticos adversos, muchas veces deriva en escasez temporal o encarecimiento del producto.
La propia SPGL calcula que, actualmente, a los más de 7 millones de hogares se suman 650.000 vehículos que utilizan GLP, cifra en constante crecimiento según proyecciones de la Asociación Iberoamericana de GLP (AIGLP).
En este contexto, el avance del mercado informal y la circulación de balones adulterados no solo pone en riesgo la seguridad física de las familias, sino que agrava las distorsiones del sistema de distribución. Gremios y entidades fiscalizadoras han solicitado nuevas medidas para fortalecer la supervisión de la cadena de distribución, aumentar las sanciones y cerrar los vacíos legales que hoy permiten la proliferación de cilindros defectuosos en el mercado.
Hasta el momento, ni las campañas educativas ni las recomendaciones de empresas ni las advertencias de los entes reguladores han logrado frenar el crecimiento de la problemática. La vulnerabilidad de los consumidores, junto con el peso estratégico del GLP en el consumo energético nacional, confirman la urgencia de articular controles más efectivos y mecanismos de denuncia que involucren a todas las partes de la cadena, desde la producción y el almacenaje hasta la comercialización final en los hogares peruanos.
Fuente: InfoBae