La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente de México (ASEA) ha emitido dos nuevas normas técnicas de emergencia destinadas a reforzar la seguridad industrial y operativa en toda la cadena de suministro de gas licuado de petróleo (GLP). Las nuevas medidas, publicadas bajo las designaciones NOM-EM-006-ASEA-2025 para el transporte y NOM-EM-007-ASEA-2025 para la distribución, están diseñadas para reducir los riesgos tanto para la población como para el medio ambiente, al tiempo que fortalecen la supervisión de un segmento clave del sistema energético mexicano.

Las regulaciones actualizadas elevan los umbrales de seguridad e imponen obligaciones más estrictas a las entidades reguladas. Entre los cambios más notables se encuentra la exigencia de que las empresas presenten un informe anual de operación y mantenimiento de las unidades de transporte y distribución, garantizando su correcto funcionamiento. Las reglas también obligan a realizar inspecciones internas periódicas y pruebas hidrostáticas de los tanques de GLP para identificar grietas, fugas o defectos estructurales antes de que representen una amenaza para la seguridad.

La profesionalización de los conductores es otro elemento clave. Los operadores ahora deberán obtener una certificación oficial a través de CONOCER, el Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales de México. Todas las unidades de GLP también deberán estar equipadas con sistemas de control de velocidad y dispositivos de rastreo basados en GPS capaces de transmitir datos operativos en tiempo real en cumplimiento con los requisitos de la Comisión Nacional de Energía.

Para garantizar una aplicación efectiva, la ASEA coordinará inspecciones conjuntas con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y la Secretaría de Energía (SENER), utilizando criterios estandarizados para verificar el cumplimiento en las instalaciones de transporte y distribución.

El cumplimiento se implementará de forma gradual. Las unidades de transporte más antiguas y las de alta capacidad de distribución tendrán cuatro meses para ajustarse a los nuevos estándares, mientras que el resto de la flota deberá cumplir progresivamente a lo largo de 2026. La ASEA estima que los nuevos requisitos elevarán los precios al consumidor en solo un 0,2%, un impacto mínimo según el gobierno en comparación con las mejoras esperadas en materia de seguridad y prevención de accidentes.

Fuente: Mexico Business News