Fuente: LPGas Magazine
El propano suele asociarse con la calefacción de espacios y agua o como combustible para autobuses y otros vehículos de flota. Sin embargo, una aplicación no tradicional con potencial de crecimiento es la generación de energía eléctrica.
Cada vez se extrae más petróleo y gas de yacimientos de esquisto ricos en energía, desde la Cuenca Pérmica, en el suroeste de EE.UU., hasta la formación Bakken, en el norte de Estados Unidos y Canadá. Esto incluye el propano como líquido de gas natural y como gas asociado a la perforación petrolera.
Tucker Perkins, presidente y director ejecutivo del Propane Education & Research Council (PERC), señala que los campos de petróleo y gas de esquisto, incluida la Cuenca Pérmica, han evolucionado rápidamente en los últimos 20 años hasta convertirse en potencias de producción de petróleo y gas gracias a la fracturación hidráulica –también conocida como fracking.
“Avancemos hasta hoy: es un mundo dominado por compañías de petróleo y gas que buscan producción en lugares donde no existe una red eléctrica establecida”, dice Perkins. “Alguien tiene que producir energía.”
El propano cubre múltiples necesidades de las compañías que trabajan en estos campos, reemplazando la electricidad, que resulta costosa de llevar a estos sitios remotos. Además de calentar agua, oficinas y viviendas de trabajadores, el propano alimenta generadores para operar pozos, bombas de agua, calefactores de plataformas, así como calefacción y alumbrado nocturno en los campamentos, que funcionan las 24 horas.
En ocasiones, el propano también se inyecta en lugar de agua y arena en las formaciones de esquisto para fracturarlas y extraer gas, ayudando a conservar los recursos hídricos.
Cabe destacar, sin embargo, que muchas instalaciones consumen el gas que producen, y no está claro cuánto propano odorizado adquieren a los comercializadores. Además, la naturaleza transitoria de los campamentos de producción que requieren generación de energía convierte a este en un mercado relativamente inestable.
A pesar de estos desafíos, este mercado representa una oportunidad emergente, incluso frente a la competencia de otros combustibles. Se espera que la barrera del suministro se reduzca en los próximos años, impulsada por la creciente demanda y por las ventajas del propano —fácilmente disponible, portátil, más seguro y más limpio— en comparación con otros combustibles, especialmente en un escenario donde la demanda de hogares, vehículos y centros de datos pondrá presión adicional sobre la red eléctrica.
Aumento en los datos de producción
Cifras recientes de la Administración de Información Energética de EE.UU. (EIA) muestran un crecimiento en la producción de crudo y gas natural, particularmente en la Cuenca Pérmica, que abarca Texas y Nuevo México.
En los 48 estados continentales, la producción de crudo en tierra firme se ha más que triplicado desde 2010. Este crecimiento fue impulsado por el aumento en la producción de petróleo de esquisto en la región del Pérmico. El petróleo de esquisto, un subconjunto del petróleo no convencional, se extrae de formaciones con baja permeabilidad que requieren fracturación hidráulica.
Solo Nuevo México, que alberga parte de las cuencas del Pérmico y de San Juan, vio crecer su producción mensual de crudo de poco más de 5.000 barriles en 2010 a más de 70.000 en 2025, según la EIA.
Tom Clark, director ejecutivo de la Rocky Mountain Propane Association, la Colorado Propane Gas Association y la New Mexico Propane Gas Association, afirma que el negocio del fracking en Nuevo México ha crecido considerablemente en los últimos 15 años.
Los polos de producción energética en el estado incluyen parte de la Cuenca Pérmica —que produce principalmente crudo, además de algo de gas natural— y la Cuenca de San Juan, productora de carbón y gas natural.
Gran parte de ese propano, sin embargo, podría no estar odorizado. Clark explica que algunas empresas lo recapturan y lo reintegran al subsuelo como parte del proceso de fracturación. Añade que no ha visto un incremento en las ventas reportadas de galones de propano en Nuevo México.
“Me pregunto cuánto del gas en esos campos se consume para calefacción y electricidad directamente en el lugar y nunca entra realmente en el ciclo de ventas”, dice Clark.
Las cifras del informe anual de ventas de PERC parecen confirmarlo: en 2023, los minoristas de propano en EE.UU. registraron una caída del 8,6% en las ventas de propano odorizado respecto a 2022, aunque el total aún se mantuvo cerca del promedio de 10 años (9,04 mil millones de galones).
Combustibles en competencia
Hasta hace unos cinco años, el diésel era considerado la fuente exclusiva de generación de energía, añade Perkins. Hoy, el propano y el gas natural son las principales alternativas en competencia.
El propano ahora se percibe como un combustible primario, explica Perkins, principalmente porque los motores utilizados en la generación eléctrica a partir del gas de boca de pozo también pueden funcionar con propano. Esto resulta útil cuando no hay suficiente gas disponible para alimentar los motores.
El propano también presenta ventajas de almacenamiento sobre el diésel y el gas natural, ya que permite almacenar grandes volúmenes sin los riesgos de fugas o derrames.
Clark destaca que el proceso de separación del gas natural requiere mucho calor, y la elección del combustible depende del precio relativo: si el gas natural es más caro, se usa propano; si el propano es más caro, se usa gas natural.
“Las compañías de petróleo y gas piensan en su imagen y, dado que deben reportar sus emisiones, se preocupan por ellas”, dice Perkins. “Cada vez que tienen la posibilidad de usar un combustible más limpio, es un gran beneficio. Por eso, muchas veces, el propano es la primera opción.”
Nuevos modelos de negocio e innovación tecnológica
Algunas empresas de propano en Dakota del Norte, Dakota del Sur, Wyoming y Texas se han especializado en abastecer los campos petroleros bajo un modelo diferente del servicio tradicional residencial, más cercano al mayoreo, con entregas en camiones de gran capacidad.
El mayor contenido de cera en parte del crudo producido en esas áreas también ha impulsado el consumo de propano en equipos de calentamiento (hot oilers), que se utilizan para limpiar pozos en Wyoming y Utah.
Además, la evolución tecnológica abrió espacio para motores a propano más duraderos, eficientes y competitivos frente al diésel. Hoy, equipos de hasta 350 kilovatios ya están disponibles, respaldados por fabricantes como Guascor Energy y Jenbacher. Esto, junto con mejoras en la cadena de suministro y el aumento de la producción de petróleo y gas en EE.UU., fortalece el papel del propano en este segmento.
Perspectivas
En el pasado, el propano no se consideraba el combustible preferido para la generación eléctrica a escala comercial o industrial, debido al dominio del diésel. Ahora, con la disponibilidad de motores equivalentes y la creciente demanda de energía, el propano se posiciona como solución para la escasez de electricidad en diferentes sectores.
“La energía se está volviendo más cara, menos confiable, y estamos viendo este movimiento hacia la generación con propano en todo el país”, afirma Perkins. “No se limita solo a los campos petroleros, sino también a instalaciones comerciales, industriales e incluso residenciales.”
Según él, el mundo depende cada vez más de la energía de EE.UU., al mismo tiempo que el país atraviesa un superciclo del gas natural que resultará en récords de producción de propano y mantendrá los precios estables.
“No es algo aislado”, concluye Perkins. “Estamos en los primeros días de un gran renacimiento del propano como fuente de energía.”
Fuente: LPGas Magazine