Imagen: Oil & Gas Middle East
El secretario general de la OPEP, Haitham Al Ghais, destacó la necesidad urgente de ampliar el acceso a combustibles limpios para cocinar, subrayando el papel fundamental del Gas Licuado de Petróleo (GLP) en la mejora de la salud, la reducción de emisiones y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Alrededor de 2.100 millones de personas en el mundo aún dependen de combustibles contaminantes para cocinar —una necesidad diaria que se estima causa 3,2 millones de muertes al año.
Esta alarmante realidad exige soluciones urgentes y escalables. En este artículo, el secretario general de la OPEP, Haitham Al Ghais, resalta el papel vital que desempeña el GLP para enfrentar esta crisis, mejorar los resultados en salud y avanzar hacia el acceso global a energía limpia para 2030.
Se trata de una estadística tan perturbadora como impactante: aproximadamente una cuarta parte de la población mundial aún depende de combustibles contaminantes para cocinar. El uso de estos combustibles ineficientes conlleva graves riesgos para la salud, provocando enfermedades y muertes. La contaminación del aire en el hogar es responsable de unas 3,2 millones de muertes cada año.
La solución a este trágico desafío es clara: ampliar el uso de combustibles limpios para cocinar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido directrices sobre qué se considera un combustible limpio. En el caso de la cocción, se trata de un combustible o tecnología que cumpla con los niveles recomendados de partículas finas y monóxido de carbono según las directrices globales de calidad del aire de la OMS. Entre los ejemplos se incluyen la energía solar, el biogás, el gas natural y el gas licuado de petróleo (GLP).
La importancia del GLP para cumplir con el ODS 7 de las Naciones Unidas —que contempla el acceso universal a cocción limpia para 2030— ha sido destacada por diversos actores. De hecho, el GLP se considera la principal solución para alcanzar este objetivo, y el aumento del acceso a estufas y cilindros de GLP ha sido clave en los avances logrados hasta ahora.
Los beneficios del GLP son evidentes. Su uso directo genera, en promedio, la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en comparación con el uso tradicional de biomasa. Además, las estufas de GLP son convenientes, fácilmente transportables y tienen una alta eficiencia energética.
El GLP es producido por la industria del petróleo y gas. Aproximadamente el 60% del GLP global se recupera directamente de los campos de petróleo y gas. Durante el proceso de refinación del petróleo, el GLP también se genera en varias etapas, como la destilación atmosférica, el reformado catalítico y el craqueo. A nivel mundial, cerca del 40% del GLP es un subproducto de la refinación de petróleo.
En sus contribuciones al Plan de Acción de la Presidencia del G20 de Brasil sobre la Estrategia de Cocción Limpia para 2024, así como en los trabajos de la actual Presidencia del G20 de Sudáfrica, la OPEP ha resaltado el papel del GLP para mejorar la calidad de vida y la salud, así como para reducir las emisiones de GEI. La organización promueve políticas y programas que fomenten, financien e implementen proyectos que amplíen el uso del GLP en distintas regiones y países. Los países miembros de la OPEP han desempeñado un papel activo en este ámbito a través de iniciativas como el “Programa de Sostenibilidad del Petróleo” y la “Hoja de Ruta de Cocción Limpia”.
Dado que la producción de GLP está integrada en la cadena de valor de la industria del petróleo y gas, satisfacer el aumento de la demanda de GLP requiere estabilidad en el mercado petrolero. Se prevé que la demanda de GLP aumente en 1,4 millones de barriles por día (mb/d) entre 2024 y 2050, alcanzando más de 11,7 mb/d para ese año.
Esto pone de manifiesto la necesidad de mayores inversiones en el sector del petróleo y gas, dada la importancia central del petróleo y sus derivados —como el GLP— en muchos aspectos de la vida moderna. La OPEP ha reiterado sistemáticamente la necesidad de inversiones oportunas y adecuadas en la industria petrolera. En su más reciente publicación, el World Oil Outlook 2025, se estima que las inversiones acumuladas necesarias en el sector petrolero alcanzarán los 18,2 billones de dólares hasta 2050. Estas inversiones serán esenciales para garantizar la seguridad energética y combatir la pobreza energética.
El GLP puede ser vital para proteger a los miembros más vulnerables de la sociedad. Puede salvar vidas. Con suerte, en 2030 el mundo podrá celebrar el logro del acceso universal a combustibles y tecnologías limpias para cocinar. El GLP, junto con las industrias del petróleo y gas, será fundamental para convertir esa visión en realidad.
Fuente: Oil & Gas Middle East