El conflicto bélico, de escasos días, entre Irán e Israel alteró los estados de ánimos y los precios del petróleo, el gas y los derivados. «El precio de la tonelada de GLP se alteró y tuvo un pico que superó los de 400 dólares la tonelada (TN). Hoy volvió a estar en los niveles pre conflicto, en el mercado de Mont Belviue», comentó desde Houston, el consultor Adrián Calcáneo, diálogo con americaglp.com.
La suba fue la siguiente. Hace quince días, el valor de la TN promediaba los 370/380 dólares. Con el inicio del conflicto y su posible escalonamiento, subió hasta los 420 dólares. Tras el cese del fuego logrado, descendió, en esta semana, a los 375 dólares.
Para el consultor, la situación del GLP, a nivel internacional, hay que entenderlo entre lo urgente y lo importante. Lo urgente fue el conflicto que se frenó. En un primer momento generó “incertidumbre” y la suba del precio “por reacción”.
Si conflicto escalaba y el Canal de Ormuz se cerraba, por donde pasa el 20% del gas y el petróleo mundial, ahí se generaría problemas en los precios, entre ellos el del GLP. El cierre del canal marítimo hubiera provocado la búsqueda de nuevas bocas de despacho, EE.UU. tendría que paliar los faltantes y hubiese un encarecimiento del flete. También hubiese habido menos etanol para las petroquímicas y éstas hubieran salido detrás del propano, lo cual hubiera aumentado. Todo eso no pasó, por suerte. Pero de fondo quedan otra variable importante.
La otra cuestión “importante” es cómo continúa la relación comercial entre los Estados Unidos y China, la cual hoy está atravesada por los aranceles que ambos países se aplicaron mutuamente. La tregua y baja de los aranceles por 90 días terminará y habrá que ver si continúa. Esta es la gran incógnita que pesa en el mercado.
«Hoy el precio está estable y podría tener un valor más barato si hay menos demanda a nivel global», dice Calcáneo. Y esto se debe, en parte, a la menor demanda «China. Su petroquímica consume o compra sólo el 60% de lo que hacía habitualmente. Y esto se debe a que construyeron varios polos petroquímicos y sobre dimensionaron la capacidad productiva. Y lo que sucedió es que hoy el mundo y China no están consumiendo para esa capacidad instalada. Hay que pensar que el consumo de la industria petroquímica China es el mismo consumo que tiene América latina en el GLP», agregó.
Entonces, consultor internacional explicó «que veremos cómo es la reacción de China cuando termine la tregua de 90 días. ¿Habrá más o menos demanda? ¿Cómo se reacomoda la oferta de producto y cómo será la inversión que motivará los nuevos precios, en función de un mayor o menor stock? Entonces, se podrá mantener el precio, pero también podrán subir. Por ejemplo, si hay sobreabundancia y el precio baja, no genera la atracción para la inversión”.
En el plano de cómo estarán los mercados en América latina, donde el consumo mayor se da en el uso domiciliario, Calcáneo señaló que «habrá precios estables, relativamente. Y por eso no hay motivo para el control de precios, cómo sucede hoy en día México. Si se observa que están en una situación crítica las “gaseras”, en un periodo donde el precio internacional es estable y a la baja, estarían mucho peor si el precio fuese más caro a nivel internacional. Entonces habría que pensar en cómo se vuelve a los precios libres de venta».
En cuanto a cómo ve el consumo global, Calcáneo precisó que «este año habrá crecimientos de entre el 2 y el 4%, según la región y el tipo de uso que se le da al GLP. Por ejemplo, en China Corea Unión Europea y Japón, la petroquímica seguirá demandando, y también habrá mayores picos de consumo en continentes como África o países como la India, donde el GLP le gana terreno a la leña o la biomasa».
Fuente: AmericGLP