Los diferentes marcos normativos para el uso de GLP establecidos en los países de la región, reflejan la importancia de encontrar un balance para garantizar una dinámica energética eficiente.

América Latina se encuentra en camino hacia una matriz energética más sostenible y equitativa. En este contexto, el Gas Licuado de Petróleo (GLP) ha emergido como un combustible que debido a su versatilidad, limpieza y accesibilidad, juega un gran rol en esta transición. Aun así, para que el GLP logre su máximo potencial en la región, la regulación del sector debe ser clara, estable y adecuada a las necesidades tanto de los actores del mercado como de los consumidores.

Fabrício Duarte, Director Ejecutivo de la Asociación Iberoamericana de GLP, subrayó a Surtidores Latam, la importancia de contar con un marco regulatorio preciso y bien estructurado que no solo asegure el desarrollo, sino que también permita a los gobiernos y a los privados responder con eficacia.

«La regulación en el sector del GLP es necesaria debido a la complejidad y diversidad de actores involucrados: productores, distribuidores, minoristas, y consumidores. Esta red de intereses requiere un equilibrio delicado», explicó Duarte, poniendo énfasis en la naturaleza multifacética del mercado.

Uno de los principales desafíos en los marcos legales del GLP radica en encontrar el balance adecuado entre la intervención estatal y el funcionamiento autónomo de la oferta y demanda. Para Duarte, es fundamental que los reguladores comprendan cuándo es necesario intervenir y cuándo es más prudente permitir que surja una autorregulación. 

«No todas las fluctuaciones de precios, por ejemplo, justifican cambios estructurales en la regulación», afirmó, sugiriendo que, en muchos casos, las dinámicas del mercado pueden ajustarse sin la necesidad de intervención externa. Según el experto, una normativa excesiva puede inhibir el crecimiento de la industria, mientras que una insuficiente puede generar inestabilidad en el suministro energético.

Asimismo, las tarifas deberían abordarse con precaución, «No debemos y no podemos confundir regulación con políticas de precios», sostuvo el especialista. En su lugar, Duarte prefiere medidas que permitan el equilibrio entre la competencia justa y el acceso asequible, protegiendo tanto a los consumidores como al desarrollo sostenible de la industria.

Por otro lado, el mismo señaló que un aspecto clave para el crecimiento del sector es la inversión en infraestructura. Las redes de distribución, las instalaciones de almacenamiento y los equipos adecuados garantizan que el GLP llegue a todos los rincones de América Latina de manera segura y eficiente.

Sin embargo, para atraer el capital necesario, los empresarios requieren un entorno claro y predecible. «La seguridad jurídica fomenta la inversión privada, necesaria para mejorar la infraestructura y garantizar el acceso universal a este recurso», concluyó Duarte.

Fuente: Sol Bermo – Surtidores LATAM