Con 200 empleados y 3,5 millones de clientes, Gasib es el principal actor en el negocio de gas licuado envasado no regulado en España al contar con capacidad para abastecer a todo el mercado ibérico.

La principal empresa de butano en España, Gasib, una filial de Cepsa que también dispone de negocio en Portugal, donde es la quinta operadora del país, se dispone a cambiar de manos por un precio de 275 millones de euros. La compañía chilena Abastible, líder del mercado gas licuado en Chile, Colombia, Ecuador y Perú y que forma parte de la multinacional energética Copec, ha decidido hacer su primera gran inversión europea con este movimiento. La operación ha sido confirmada por ambas partes mediante sendos comunicados y, según explica Cepsa, el acuerdo contempla que seguirá usándose su marca pese al cambio de propiedad.

Gasib es el principal actor en el negocio de gas licuado envasado no regulado en España, y la segunda empresa en la Península Ibérica por participación de mercado. La compañía, que también mantendrá el equipo directivo con el cambio de accionista, cuenta con 3,5 millones de clientes de envasado y 17.000 a granel, una plantilla de cerca de 200 empleados, 6 plantas de almacenamiento y llenado, 2 plantas de almacenamiento y más de 200 almacenes de terceros, que en conjunto le permiten abastecer a todo el mercado ibérico, las Islas Canarias, Ceuta y Melilla, con ventas cercanas a 240.000 toneladas anuales.

En palabras de Maarten Wetselaar, consejero delegado de Cepsa, “esta operación es un paso más en nuestra estrategia para convertirnos en un referente de la transición energética, impulsando las inversiones en energías sostenibles, como el hidrógeno verde o los biocombustibles, negocios que esperamos representen en 2030 más de la mitad de nuestra actividad. La integración de Gasib en Abastible le permite seguir creciendo dentro de una empresa referente del negocio de Gas Licuado, con capacidad de inversión y desarrollo del mercado en la Península Ibérica”.

Según explica la parte compradora, y como es habitual en este tipo de operaciones, el que la transacción llegue a buen puerto se encuentra sujeta al cumplimiento de las condiciones precedentes que se han pactado. Entre ellas están el percibir la aprobación que deben otorgar las autoridades españolas en relación con la inversión extranjera directa, y el visto bueno de la Comisión Europea en materia de libre competencia, “además de otras condiciones usuales en este tipo de contratos”, aseveran. El Banco Santander ha actuado como asesor financiero exclusivo de M&A del comprador, mientras que Cuatrecasas ha llevado la parte legal para Abastible. En el lado vendedor, BNP Paribas ha asesorado en exclusiva a Cepsa en el área de M&A, mientras que Pérez-Llorca ayuda en la legal.

La operación colocará a Abastible dentro del top 10 global del negocio del gas licuado. Este recurso ya era previamente uno de los negocios principales del área de energía de Empresas Copec, multinacional de energía que al cierre del pasado ejercicio contaba con una plantilla de 40.000 trabajadores, unos ingresos superiores a los 29.000 millones de dólares y un ebitda de 2.303 millones.

“Para Abastible esta operación constituye una nueva e importante inversión, ahora por primera vez en Europa, lo que permite profundizar su participación en la distribución de un combustible que tiene un rol en la transición energética, así como complementar su liderazgo en Chile, Colombia, Ecuador y Perú. Por otra parte, la presencia en una región más desarrollada, en una relación de largo plazo con un líder energético europeo, representa una relevante oportunidad para impulsar también nuevas energías y modelos de negocios en todas las geografías”, ha valorado la compañía compradora en el comunicado.

Durante el primer semestre de 2024, Cepsa consiguió volver a beneficios con unas ganancias de 168 millones de euros, frente a las pérdidas de 393 millones de euros en el mismo periodo del ejercicio anterior.

Desinversiones en el negocio tradicional

De esta manera, Cepsa ha dado un nuevo paso en su estrategia de desinversiones en activos de su negocio tradicional de petróleo. Ya en este año cerró las ventas de sus negocios de upstream (extracción de petróleo) en Perú o Colombia.

El año pasado, Cepsa también llegó a un acuerdo con la francesa TotalEnergies para desprenderse de su negocio de upstream en Emiratos Árabes Unidos, deshaciéndose de su participación del 20% en el yacimiento Satah Al Razboot (SARB), Umm Lulu, Bin Nasher y Al Bateel, en una operación valorada en unos 1.500 millones de euros y que representaba vender prácticamente el 50% de su actividad en exploración y producción.

Cepsa lanzó en 2022 su estrategia Positive Motion, que prevé unas inversiones de entre 7.000-8.000 millones -más del 60% sostenible-, para convertirse en líder europeo en la producción de biocombustibles de segunda generación e hidrógeno verde, y el despliegue de una red de cargadores eléctricos ultrarrápidos.

Fuente: Cinco Días – España