Imagen: AmericaGLP

El sector del GLP en México presenta expectativas positivas frente al nuevo gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, que asumirá el primero de octubre próximo, y será la sucesión de Manuel López Obrador, el cual tuvo rispidez con los empresarios gaseros por el control de precios.

Si bien el futuro gobierno de Sheinbaum es la continuidad del actual, los empresarios lo ven distinto. Americaglp.com conversó con algunas fuentes del sector, y coincidieron en que “el futuro gobierno está dispuesto a hablar, al diálogo, sobre el retiro del control de precios”.

Frente a la caída del control de precios, los empresarios entienden dos cosas: que hay un precio internacional del GLP que está muy estable, situación diferente a cuando se estableció el control de precios, momento que se estaba saliendo de la pandemia del Covid 19 y el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania, dos hechos que alteraron los precios internacionales de muchos commodities. Por eso, con precios internacionales quietos o a la baja, el control de precios es innecesario.

Si el control de precios es para ayudar a los más vulnerables, los empresarios precisan que el Gobierno puede ayudarlos con un subsidios o contribución económica focalizada en las familias o personas que realmente lo requieran. Mientras que libere el precio en otros segmentos donde no necesitan ningún tipo de ayuda pública.

El sector entiende que, con la caída del control de precios, a partir de la apertura al diálogo que ellos perciben de los futuros funcionarios, habrá las inversiones que requiere la industria, pero principalmente el buen abastecimiento a la población.

¿Y cuáles son las inversiones que se necesitan? Principalmente, la construcción de infraestructura, es decir almacenamiento. México importa el 65% del GLP que consume y, principalmente, es importado desde los Estados Unidos. Mientras que el 35% restante lo asiste Pemex. Pero cálculos públicos y privados indican que la caída de producción de GLP de la petrolera pública se irá pronunciando. Por tanto, más tarde o más temprano, la ecuación de abastecimiento será un 80% de GLP importado y un 20% de producción nacional.

Ese salto en la importación requiere almacenamiento, y los empresarios entienden que si hay precio de venta las inversiones aparecerán.

Y esas inversiones son importantes, porque hasta hace algunos años el sector del GLP tenía una capacidad de stock de producto de hasta tres (3) días. En la actualidad alcanza los cinco (5) días, mientras que el objetivo es alcanzar los ocho (8) días de stock, de acuerdo a lo que sostiene cómo lógico la OCDE. Y no hay que dejar de lado, los habituales inconvenientes climáticos que suelen ser más frecuentes que en años anteriores, y esto implica que se debe ser previsor.

Entonces el sector ve con buenas perspectivas la apertura “al diálogo” del futuro gobierno, y quiere hacer las inversiones necesarias para abastecer una demanda que tendrá un crecimiento de entre el 3 y el 5%, tanto en el área residencial como en el comercial, en los próximos años. A sabiendas que un mercado de grandes volúmenes, como es el de México, ese crecimiento significa muchísimo producto y ventas.

Ventas y consumo

Respecto al consumo, el sector observa buenas perspectivas comerciales porque hay un fortalecimiento de los consumos, a partir de la mejora de los sueldos, y el mantenimiento y el fortalecimiento de los planes sociales que tendrán continuidad en el gobierno de Sheinbaum. Esa mejora de los bolsillos mejicanos se vuelca al consumo masivo, y el gas envasado es consumo masivo.

En el sector comercial, principalmente, en el rubro gastronómico también observan que habrá incremento de la demanda. ¿El Motivo? El fortalecimiento de los ingresos familiares, lo cual repercutirá en una mayor cantidad de compra de productos alimenticios, tanto elaborados como no elaborados.

Fuente: AmericaGLP