Documento producido por el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) presenta una agenda prioritaria para la transición energética justa en la región que incluye acciones del lado de la oferta y la demanda de energía. La propuesta también sugiere la adopción de políticas transversales, financiamiento verde, fijación de precios del carbono, tecnologías de captura, uso y almacenamiento de carbono y economía circular.

La edición 2024 del Informe de Economía y Desarrollo (RED) destaca del lado de la oferta la importancia de aumentar la tasa de electrificación y la penetración de fuentes renovables no convencionales (electrificación verde), mayor eficiencia de los sistemas de energía para reducir pérdidas, sustitución de combustibles fósiles por otros más limpios y uso del gas en la transición hacia una economía con menos emisiones.

Las estrategias del lado del consumo también involucran electrificación, además de la descarbonización de procesos industriales, eficiencia energética, cierre de brechas de acceso a energía de calidad para la población y promoción del transporte público, con uso de combustibles limpios.

El informe afirma que la pobreza y la vulnerabilidad de sectores importantes de la población latinoamericana y caribeña “exigen protección contra los fuertes cambios distributivos que la transición energética puede generar y son, por sí mismos, un desafío.”

En el área de energía, hay desafíos preexistentes, como, por ejemplo, la falta de acceso al GLP. Al menos el 40% de la población rural de Colombia, Honduras, México, Nicaragua, Paraguay y Perú todavía utilizan leña en la preparación de alimentos.

Existen también problemas de confiabilidad en el suministro de energía. El estudio cita una encuesta del Banco Mundial indicando que casi el 60% de las industrias consultadas informaron haber sufrido dos interrupciones de energía por mes, con una duración de aproximadamente tres horas.

Otra característica de los mercados de energía de la región son los subsidios, que alcanzan el 4,7% del Producto Interno Bruto, más del doble de lo registrado en países más desarrollados (alrededor del 2,2%). El RED señala que la existencia de estos subsidios puede promover una alta demanda de combustibles fósiles, con impacto en las emisiones de gases de efecto invernadero.

El trabajo destaca además que la transición energética debe ser tratada de forma simultánea con otras estrategias de mitigación de fuentes no energéticas y problemas de desarrollo de los diversos países de la región. Esto significa que, para aprovechar las oportunidades y superar los desafíos asociados a esta transición, deberán ser creadas una serie de políticas que trasciendan la cuestión energética e incorporen la discusión de la productividad, inclusión y gestión macroeconómica para alcanzar el desarrollo sostenible.

Fuente: Canal Energia / Brasil

Acceda al informe completo: INFORME ANUAL – CAF