La mayoría de los coches matriculados a partir del 2001 se pueden convertir a GLP, pero no todos ellos obtienen la etiqueta ECO. Te lo explicamos y resolvemos tus dudas.
El aumento de las restricciones de circulación en las grandes ciudades de nuestro país, donde empezaron Madrid y Barcelona pero a las que se unirán las de más de 50.000 habitantes en los próximos años, ha hecho aumentar el interés por contar una etiqueta ECO o 0 emisiones. Una solución rápida y en la que no tendrás que cambiar de coche es adaptarlo a GLP o Autogas, aunque no todos los coches permiten la transformación ni obtienen la famosa pegatina verde y azul.
¿Qué es la conversión a GLP?
Cuando convertimos nuestro coche a GLP o Autogas lo que estamos haciendo es adaptar su motor para que pueda funcionar indistintamente con dicho combustible o con gasolina. Para ello se instala un kit específico y un depósito para almacenar el gas, que en muchas ocasiones suele ocupar el hueco destinado a la rueda de repuesto.
Sobre los precios dependerá mucho del coche y del centro al que le llevemos para hacer la transformación a GLP. Pero para hacernos una idea podríamos establecer una horquilla que va desde los 1.000 a los 3.000 euros. Con el cambio se pierde algo de potencia (se estima que entre un 2 y un 3 % cuando circulamos con gas) y se eleva el consumo de combustible (más o menos un 5 %), que queda compensado por el bajo coste del Autogas y por un aumento de la autonomía que en muchos casos supera los 1.000 km.
Una vez realizada la instalación de todos los componentes que forman parte de la transformación a GLP se debe acudir a un centro de la ITV para realizar una inspección que nos permita circular con el coche nuevamente. Este trámite suele ser fácil ya que las empresas que lo montan te darán una certificación del montaje.
¿Se pueden convertir todos los coches a GLP?
Para convertir un coche a GLP su motor de gasolina debe funcionar con inyección directa o indirecta. Quizás este sea un aspecto que conozcas de tu vehículo si no tienes mucha idea de mecánica, pero hay otra serie de variables que te pueden resultar más fáciles para consultar este primer requisito.
Podríamos establecer el corte en vehículos gasolina matriculados a partir del año 2001 en adelante, que cumplan como mínimo la normativa Euro 3 de emisiones. En este caso es muy fácil verificarlo, ya que solo bastará con buscarlo en la hoja técnica del vehículo (el papel verde que debes tener con la documentación). Como excepción, algunos coches matriculados entre 1995 y finales del 2000 es posible que también cumplan con la cita normativa y pueden realizarse la conversión a GLP.
¿Se pueden convertir los coches diésel a GLP?
En la mayoría de los instaladores de GLP de nuestro país no convierten coches diésel. Una de las razones es que el coste es muy elevado y en vehículos particulares de uso diario no suele compensar el desembolso. Por esta razón se suelen hacer en algunos camiones o autobuses en donde la ventaja es más clara.
La segunda razón importante es que la operación a realizar es complicada. O bien se realiza una transformación en el motor, reduciendo la relación de compresión y añadiendo bujías (así se provocaría la ignición del gas) o se incorpora un sistema que sea capaz de mezclar el diésel con el GLP antes de llegar al propulsor.
¿Qué coches obtienen la etiqueta ECO de la DGT?
Otro aspecto de vital importancia a aclarar es que todos los coches que se conviertan a GLP no tienen derecho a obtener la etiqueta ECO de la DGT. La condición indispensable es que tu vehículo cumpla normativa Euro 4 en adelante, que más o menos suelen ser los que se matricularon a partir del año 2006, aunque alguno anterior a esa fecha también la podría cumplir.
Por tanto, aquellos coches que se conviertan a GLP con la normativa Euro 3, como comentábamos anteriormente, no obtendrán la pegatina ECO de la DGT, pero contarán con las ventajas del menor gasto de combustible y la mayor autonomía que proporciona la transformación.