Bajo el lema ‘eKorevolution’, la empresa española BeGas presentó su proyecto de industrialización en Bizkaia, gracias a una inversión de 5,2 millones de euros realizada por dos nuevos socios, Ekarpen y BBK.
5 de agosto de 2020. La ayuda económica ayudará a BeGas a enfrentar el gran desafío de fabricar la primera familia de motores 100% Autogas del mundo con Euro VI D para camiones y autobuses urbanos.
“La misión de nuestra empresa es ofrecer soluciones para el transporte urbano pesado. Somos el único fabricante global de motores 100% Autogas para vehículos industriales y autobuses urbanos aprobados bajo las regulaciones europeas Euro VI D”, dijo Pedro Silva, CEO de BeGas.
A lo largo de 2020, BeGas producirá 25 motores para emprender la fase de lanzamiento. Actualmente cuenta con una plantilla de 25 personas repartidas entre Bizkaia y Madrid. El pronóstico de la compañía es duplicar el personal en Bizkaia y multiplicar la capacidad actual de producción de motores por cuatro, de 125 a 500 motores anualmente durante los próximos tres años.
“En BeGas estamos orgullosos de haber llegado tan lejos, no solo porque este paso nos facilita el lanzamiento de nuestro proyecto, sino también porque podremos contribuir a la reducción de las emisiones contaminantes del transporte urbano. Nuestros motores han dado excelentes resultados de emisiones en las pruebas de homologación ”, agregó Silva.
Con una inversión total de 6 millones de euros, la compañía también planea generar 25 nuevos empleos directos, 100 empleos indirectos y un impacto positivo en el ecosistema automotor vasco en los próximos tres años.
La fabricación de motores BeGas, disponibles en 250, 280 y 310 CV, permitirá a la compañía llevar a cabo dos modelos comerciales. Por un lado, la instalación de motores en vehículos nuevos y, por otro lado, la conversión de camiones diesel y autobuses urbanos (de alrededor de 3 a 8 años) que les permitirán extender su ciclo de vida. En ambos casos, los vehículos obtendrán la etiqueta ECO de la DGT (Dirección General de Tráfico).
Este hito también fue posible gracias al apoyo y la colaboración del Centro de Motores Térmicos (CMT) de la Universitat Politècnica de València (UPV).