El ministro de Hidrocarburos de Bolivia, Luis Alberto Sánchez, asegura que fue acertada la construcción de la planta separadora de Líquidos de Río Grande, y la Planta Separadora de Líquidos de Gran Chaco, cuya inversión fue de 886 millones de dólares, puesto que han representado para el país un ingreso y ahorro de 920 millones de dólares.

“Sin la construcción de ambas plantas separadoras el país hubiera tenido que importar, desde el 2013 a 2021, 762.851 TM de GLP, que monetizado son 751,7 millones de dólares para el país. Además no exportaríamos las 377.406 TM en el mismo lapso de tiempo, lo que representa 168,7 millones de dólares, que sumado entre ahorro por importación y por exportación de GLP da 920 millones de dólares, que está por encima de los 886 millones de dólares invertidos en la construcción de ambas plantas”, aseveró el ministro boliviano.

Destaca el ministro que con la entrada en operación de la Planta Separadora de Líquidos de Río Grande en el 2013, se pudo cubrir la demanda interna de GLP y dejar de importar este combustible; mientras que la Planta Separadora de Líquidos de Gran Chaco “convirtió a Bolivia en uno de los más grandes exportadores de la región”, dijo.

Sánchez lamentó gobiernos anteriores a la gestión del presidente Evo Morales no hubieran implementado estas plantas, pues además de lograr con ellas, la autosuficiencia en GLP, y de convertirse en uno de los exportadores de este combustible en la región, ha significado para el país la generación de nuevos ingresos; y la venta de gas seco a los mercados de exportación.
“… Seguimos trabajando para que sea una realidad las plantas de plásticos, el que permitirá generar un nuevo polo de desarrollo, generador de nuevas industrias y nuevas fuentes de empleo”, concluyó Sánchez.