Está $ 14 menos por kilo a pesar de la suba de 15% este año.

El Poder Ejecutivo definió un aumento del 15% del supergás que se implementó desde febrero y llevó la garrafa de 13 kilos a un valor de $ 565,5 ($ 74,1 más que el precio anterior). Pese a esto, el costo del derivado del petróleo sigue estando por debajo del Precio de Paridad de Importación (PPI), que refleja los costos de comprar directamente el producto sin refinarlo en la planta de La Teja.

Según un informe de SEG Ingeniería —consultora especializada en temas energéticos— que toma el PPI del supergás a diciembre de 2017 que calculó la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea), en el mercado doméstico el kilo de este combustible está $ 14 menos que si se importara, es decir 24,3% por debajo. El valor de un kilo de supergás quedó tras el aumento en $ 43,5 e importarlo valdría $ 57,5.

Previo al ajuste del precio, la diferencia entre el valor local y el de paridad de importación era del 34% o $ 19,7. Estos números sugieren que el supergás «es un combustible subsidiado», señala SEG Ingeniería.

Por otra parte, en el informe se compara el costo del derivado del petróleo en Uruguay y en la región con valores a diciembre de 2017, quedando el precio local del kilo de supergás en dólares solamente por encima de Argentina. Tomando en cuenta el nuevo valor (US$ 1,52 el kilo), se mantiene más barato que en Brasil (US$ 1,61) y Chile (US$ 1,86), y más caro que en Argentina (US$ 0,71). Al tiempo que si se lo compara con el promedio regional (US$ 1,39), previo al ajuste el supergás en Uruguay estaba por debajo, pero ahora se ubica por encima.

«El supergás es utilizado por el 90% de los hogares del país como fuente energética para cocción de alimentos y un 42% lo utiliza como combustible de calefacción», destaca SEG Ingeniería en base a datos de la Dirección Nacional de Energía. La Ursea detalla en su web que el Gas Licuado de Petróleo (GLP) —conocido popularmente como supergás— «es un combustible que se ha posicionado como una alternativa menos costosa y de menor impacto ambiental, en diversos usos industriales, comerciales y domésticos que sus potenciales sustitutos».