NORTE dialogó con el presidente de la empresa Sifer Gas SA, que comercializa el producto en tres provincias del nea. Cómo funciona el sistema y qué tener en cuenta para adaptar el automóvil. El litro cuesta la mitad $23 contra $47

Se impone como una de las alternativas más sustentables al consumo de combustible en el automóvil. Se trata del Gas Licuado Procesado o GLP, un combustible que surge del procesamiento de gas natural y petróleo, que tiene su punto de origen en el yacimiento Vaca Muerta en Neuquén y llega hasta el Chaco vía terrestre a través de camiones de la empresa Sifer Gas SA.

El presidente de la empresa, Rubén Persoglia, dialogó con NORTE sobre el GLP, su potencial y cómo a paso lento pero firme va haciéndose espacio frente al combustible tradicional. La organización tiene 12 años de existencia (desde 2007) y posee estaciones de servicio en Resistencia, Corrientes y Formosa. Próximamente abrirá una en la ciudad de Sáenz Peña y otra en la provincia de San Juan.

Los automóviles que pueden ser adaptados al GLP son los nafteros, no así los diésel. El encendido siempre es a nafta, por lo que el sistema de combustión original no se anula, sino que permanece mientras se agrega otro, el GLP. “Una vez que el auto toma temperatura, se conmuta a gas, se pasa de nafta a GLP.

Cuando se termina el gas, pasa automáticamente a nafta. El GLP no genera ruidos en el auto. No se siente la diferencia al acelerar. Sólo suena el pitido cuando se termina el gas, y se desconecta el sistema apretando un botón a la izquierda del volante. Ese botón es el único cambio visible en el ha bitáculo del auto”, comenta Persoglia.

La adaptación cuesta unos $30.000 e incluye el trabajo previo para saber si el auto está en condiciones. Este trabajo también lo realiza la empresa Sifer Gas SA, no es tercerizado. “Hay veces que los autos son rechazados. La idea de la instalación del sistema es generarle una ventaja al dueño del móvil, no un problema. Por tanto, las pruebas tienen que ver con la compresión de las bujías, el estado del sistema eléctrico”, señala el empresario. El tanque convencional tipo toroidal contiene 44 litros y se coloca en el baúl, resignando el lugar destinado a la rueda de auxilio, ya que el tanque tiene similar proporción. Se deberá optar por viajar sin rueda de auxilio y un aerosol inflador y sellador de neumáticos a utilizar en alguna emergencia, o colocar la rueda suelta, resignando el espacio del baúl.

El taque convencional tipo tiroidal contiene 44 litros poseen una autonomía cerca de 10 kilómetros por litro aproximadamente, unos 400 kilómetros en total. En comparación, es levemente más rápido el consumo de GLP que la nafta, pero allí es donde entra a jugar la cuestión del precio del litro, que es el 50% de lo que cuesta un litro de nafta super, la mitad. Mientras que un litro de nafta ronda los $47 en el Gran Resistencia, el litro de GLP cuesta $23,80. Un auto promedio circula entre 13 y 16 kilómetros por litro de nafta. La diferencia es mínima.

En tanto, para vehículos con mayor espacio como camionetas, se instalan los tanques tipo cilindro de 72 litros, con autonomía de unos 700 kilómetros. “El 90% de los clientes instala el tanque toroidal”, revela Persoglia, quien agrega que “este sistema alarga la vida del motor, es más limpio a nivel mecánico y es más ecológico, ya que genera menos contaminación”.

UN CAMBIO CULTURAL

El presidente de Sifer Gas SA asegura que “cuesta que más personas se sumen a este sistema porque se requiere un cambio cultural. Hay desconfianza y desconocimiento.

Lo que siempre digo es que pregunten a alguien que haya hecho la conversión si es que le generó un ahorro de dinero y si mejoró el rendimiento del auto. No lo digo yo, que lo digan los dueños de autos con este sistema”.

“El precio del litro siempre durante todos estos años se mantuvo en la mitad con respecto a la nafta, no hay nada que nos indique que eso pueda cambiar y además es un producto 100 por ciento argentino”, concluyó.

Fuente: https://www.diarionorte.com/article/177931/el-uso-del-glp-como-alternativa-ante-los-aumentos-del-combustible